Un nuevo informe del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reconfirmó la tendencia que se registra desde hace meses: sigue siendo muy baja la participación de los productores en el precio final de los agroalimentos.
Mientras que en el mes de septiembre la participación en el precio final de venta era de 26.7%, en octubre ese número bajo dos punt sporcentuales, lo que amplía aún más la brecha con el consumidor. Según CAME, por cada peso que recibe el productor, el consumidor paga en góndola 3,7 pesos en el promedio.
Los que mayor diferencia registraron fueron los productos frutihortícolas, que multiplicaron su valor, entre el campo y la góndola, unas 5,4 veces. Los productos de origen animal, en cambio, se multiplicaron solo 3,1 veces.
¿Qué productos presentaron una mayor diferencia de precio en origen y destino? Según el informe, el podio lo encabezó el limón (20,5 veces), la zanahoria (14 veces), el zapallito (10,9 veces), la naranja (8.3 veces) y el pimiento rojo (7,7 veces).
El limón fue el producto con mayor brecha entre el productor y el consumidor, registrando una caída mensual del 25% en los precios de origen. La naranja, por su parte, no registró variaciones significativas en los precios al productor, pero en destino los precios aumentaron 8%.
En relación con las hortalizas, el precio de la zanahoria bajó 25,6% en origen y tuvo un aumento del 2,5% en góndola; el zapallito no mostró variaciones en los precios al productor, pero sí a nivel del consumidor, cayendo 29,5%; y el pimiento registró una caída del precio mensual del 52,4% en origen, mientras que en destino se observó un aumento del 71%.
En la vereda de enfrente, los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor fueron la calabaza (1,7 veces), los huevos (2,3 veces), el pollo (2,4 veces), el tomate redondo (2,6 veces) y la berenjena (2,9 veces).
En el caso de la calabaza, el producto con la brecha más baja del mes, los precios al productor aumentaron un 73,6% —fruto de una disminución importante en la oferta, por las sequías en Santiago del Estero y el granizo en Formosa y Chaco— y al consumidor, un 50%.
Los precios del tomate redondo, por su parte, registraron un aumento en origen del 39% —debido a las olas de calor que afectaron a la producción en Salta, disminuyendo la oferta—, en tanto en destino la caída llegó al 18%.
Por último, en la berenjena se observó un incremento mensual de los precios del 39,3% en origen —fruto de un aumento en el costo del flete, impulsado por el contexto inflacionario—, mientras que en destino el aumento llegó al 18%.