Hace casi dos meses el ministro y candidato Sergio Massa remitió el proyecto de ley de Presupuesto de la Administración Pública Nacional 2024 al Congreso, en el que se estima un crecimiento del 2,5% interanual, una inflación del 70% (sic) y un déficit fiscal primario del 1,9% del PBI.
Más allá de que tales previsiones son “ciencia ficción” en la actual coyuntura argentina, el texto enviado no tiene incluidas las denominadas “facultades delegadas” que habilitan que el Poder Ejecutivo nacional pueda modificar alícuotas de los derechos de exportación.
Sin embargo, el proyecto presupuestario de éste año incluyó un apartado en su anexo –“la separata”–, que es un informe puesto a disposición de los legisladores para que consideren si corresponde la derogación o limitación de ciertas herramientas tributarias con el objetivo de obtener un resultado fiscal superavitario. Traducido: un “impuestazo”.
En lo que respecta al agro, la separata contempla la implementación del impuesto a los Bienes Personas para inmuebles rurales cuyos titulares sean personas humanas y sucesiones indivisas, además de un cambio de la metodología de la valuación contable de la hacienda para incorporar, en los hechos, un nuevo impuesto para los vientres bovinos.
A fines de octubre pasado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados se realizó una reunión informativa –con la presencia de funcionarios del Ministerio de Economía– donde se abordaron específicamente los puntos de la Separata.
“Si bien el debate presupuestario y posterior aprobación se demoraría hasta la asunción de nuevas autoridades ejecutivas y legislativas en diciembre próximo, la realización de la reunión de comisión es una demostración oficialista por la campaña del ministro-candidato o porque realmente consideran anexar lo contenido en la separata en el Presupuesto 2024 u otro proyecto de ley”, explica un informe de la Fundación Barbechando.
“El próximo Congreso ya se encuentra definido desde el pasado 22 de octubre. En la Cámara Baja se alzó como primera minoría la actual alianza oficialista de Unión por la Patria (ex Frente de Todos), seguida por Juntos por el Cambio y con la disruptiva presencia de 38 legisladores liberales. En este escenario de tres tercios, las negociaciones serán la regla, desde ocupar las bancas para el quórum y hasta acordar las leyes para ser parte del temario, serán la moneda de cambio”, apunta el informe.
Por el lado del Senado, Unión por la Patria necesita sólo un legislador para lograr las 37 voluntades, la llave que abre el recinto. Por su parte, las tres fuerzas restantes: cambiemitas, liberales y federales, deberían lograr acuerdo tripartitos por imponerse.
“Claro está que el dinamismo y flujo de trabajo del Palacio Legislativo dependerá de quien ocupe el sillón de Rivadavia y su impronta de gobierno”, remarca Barbechando.
“El destino del proyecto de Presupuesto 2024 –con el impuestazo incluido en su separata–, estaría más cerca de su sanción si el actual ministro de Economía se convirtiera en presidente debido a la relación de fuerzas presente en el Congreso y su expertise legislativo, dado que presidió Diputados hasta su asunción como ministro de Economía”, resalta el informe.
Barbechando indica que para sumar “piso” parlamentario, Massa presidente seguramente buscaría tejer alianzas con los diputados pertenecientes a fuerzas provinciales –Misiones, Río Negro, Neuquén– y aquellos que responden a los gobernadores, especialmente los schiarettistas y cambiemitas.
“La negociación presupuestaria entre tantas voces generará una lista de pedidos de modificaciones e inclusiones de nuevas transferencias para las provincias”, advierte el documento.
Sin embargo, de tener éxito en la Cámara Baja, el trámite en Senado sería “express” para el oficialismo y Sergio Massa podría contar fácilmente con su Presupuesto 2024 aprobado antes de finalizar el año.
¿Cuál es el escenario probable en caso de una victoria de Javier Milei el próximo domingo 19 de noviembre? “Poco se conoce sobre la postura de los legisladores liberales sobre el actual proyecto presupuestario, pero seguramente aplicarán cambios guiándose por los dichos sobre el déficit fiscal de Javier Milei”, apunta Barbechando.
Para imponer su voluntad los legisladores de La Libertad avanza tendrán que trasladar su alianza electoral con Juntos por el Cambio al recinto, algo que, considerando el aporte de los llamados “halcones”, lograría poco más de 80 voluntades. “Con ese escenario estará obligado a negociar con las fuerzas provinciales y con gobernadores peronistas a partir de alguna herramienta clave, como puede ser el caso de la coparticipación federal”, indica el informe.
La diferencia crucial estará que el actual proyecto de Presupuesto Nacional –diseñado por Massa– está muy lejos de ser “liberal” y Milei y los suyos seguramente harán modificaciones importantes para adaptarlo al objetivo de “cero déficit” que manifestaron durante la campaña, lo que ralentizará el tratamiento y aprobación. “Sumando a eso, habrá una exigencia mayor de negociación con la vicepresidente Victoria Villarroel en el Senado”, argumenta.
“La prórroga del período ordinario y el llamado a extraordinarias se da por sentado en ambas presidencias, pero el escenario actual a días del balotaje y la matemática muestra que la sanción de la ‘Ley de Leyes’ sería más exigente, negociada y lenta en el caso de una presidencia de Milei, dejando poco espacio a otros temas como la separata”, resumió Barbechando.
Foto. Télam