Mario Roces, de 81 años, lleva exactamente 81 años viviendo en uno de los campos de Pergamino que actualmente es objeto de una investigación de la justicia federal por supuesta mala praxis en la aplicación de agroquímicos. Dice que la denuncia en su contra no tiene asidero, pues no produce soja ni aplica glifosato. De todos modos, no pone las manos en el fuego por los tros productores.
En su lote de 10 hectáreas, ubicado justo frente a la vivienda que ocupaba la denunciante Sabrina Ortiz, Roces recibe a Bichos de Campo con muchas ganas de mostrar todo: incluso nos abre su viejo galpón para que verificáramos que no hay ni bidones de agroquímicos. En el lugar podemos ver un corral con lagunos cerdos y algo de pasturas (alfalfa). El predio está surcado por viejos alambrados que harían difícil la producción de soja. Algunos árboles frutales que han sobrevivido de un viejo monte que Roces supo cuidar hasta 2006.
Mirá la entrevista completa con Mario Roces, uno de los productores imputados:
“Yo no tengo nada, nada, nada de soja acá, es solo alfalfa lo que hay. Y si le pongo glifosato u otra cosa, lo mato y a los animales también”, nos contó el productor imputado por el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo.
Roces sabe que su predio tiene “un valor incalculable”, pero no por sus capacidades productivas sino por la gran cantidad de barrios que fueron surgiendo a los alrededores, cruzando una calle. Cuenta que sus dos hijas son médicas y alguna le recomendó que lo vendiera para lotear y se quitara de encima los problemas, pero él se resiste.
El veterano productor atribuye las denuncias en su contra a “problemas vecinales”. Cuenta que unos “enormes” policías allanaron hace unos días su propiedad sin ningún resultado positivo. “No encontraron absolutamente nada, pero porque no tengo nada”, ironiza.
“Yo no hecho ningún mal ni he matado a nadie, en absoluto”, se defiende Roces, que cree que finalmente será dejado de lado en la causa judicial. Pero evita hablar de los otros productores denunciados por los vecinos de Villa Alicia. “Eso no sé. Yo me ocupo de lo mío”.