Esta semana –tal como se había adelantado– los administradores de fondos agrícolas que operan en el CME Group (“Chicago”) fueron a lo seguro y liquidaron posiciones “compradas” para consolidar utilidades.
El martes pasado –según publicó este viernes la Commodity Futures Trading Commission– las posiciones netas de los administradores de fondos en futuros y opciones de maíz del CME Group se redujeron de manera significativa en soja pero muy especialmente en maíz.
Si bien existen factores alcistas en el mercado internacional, los operadores de fondos agrícolas, sustentados en las expectativas del USDA de una gran cosecha gruesa estadounidense 2024/25, liquidaron posiciones de manera generalizada para volver a estar mayormente “vendidos”.
Entre los factores alcistas puede citarse el fracaso productivo de la cosecha rusa: la entidad que nuclea a los mayores exportadores de esa nación ya reconoce que la cosecha de trigo no logrará superar las 80 millones de toneladas, mientras que la de cebada y maíz se ubicarían en 18,6 y 15,0 millones respectivamente.
En Brasil, además de las pérdidas productivas ocurridas (y por ocurrir) en el estado sureño de Rio Grande do Sul, un sorpresivo aumento impositivo paralizó la comercialización agrícola a nivel nacional.
En la Argentina la crisis macroeconómica sigue retrasando decisiones de venta de granos por parte de los productores, al tiempo que las perspectivas de siembra de maíz 2024/25 podrían registrar una caída considerable ante el impacto dañino de una enfermedad (Spiroplasma) que liquidó varios millones de toneladas de la cosecha 2023/24.
Un aspecto que no puede dejar de considerarse es que el mayor pesimismo relativo de los operadores de fondos agrícolas con respecto al maíz estadounidense se deba quizás a que el cultivo tiene un riesgo geopolítico potencial enorme.
Recientemente el gobierno de China habilitó el ingreso de maíz argentino, lo que implica que la nación asiática está en condiciones, si así se lo propusiese, de dejar de comprar cereal de origen estadounidense para abastecerse de manera exclusiva con grano sudamericano. En tal escenario, el maíz estadounidense quedaría relegado en la matriz comercial internacional y los valores FOB del cereal tanto brasileño como argentino crecerían en términos nominales y relativos.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista).