La Federación Olivícola Argentina (FOA) puso el grito en el cielo en un comunicado en el que expresó su estado de “alerta máxima” a raíz de las negociaciones que el Mercosur está tejiendo con la Unión Europea (UE), en donde se plantea reducir los aranceles de ingreso de aceite de oliva extra virgen y de las aceitunas procesadas.
Desde el sector advierten que sería un golpe mortal para un producto regional con alto valor agregado como este. Más allá de la excelente calidad que tiene el aceite argentino, Italia y España son los países que dominan el mercado a nivel mundial y por ende, con esta medida se complicaría poder competir con ellos, quienes además reciben subsidios.
¿Cuál es el perjuicio más directo? Si se reducen los aranceles de importación a países europeos que son fuertes productores, se provocaría, según la FOA, la “desaparición de la industria olivícola nacional, con el efecto directo de pérdida, no solo de actividad industrial, sino de miles de puestos de empleo, afectando a su vez a muchas industrias proveedoras de bienes y servicios al sector y generando, en definitiva, implicancias socioeconómicas en todas las provincias productoras del oeste argentino”.
“Actualmente los aceites de oliva son gravados para ingresar a la UE con un arancel de € 124,5 por cada 100 kg, que representa un 35% aproximado del precio FOB de u$s 3.500 la TN a granel. De esta forma nuestro arancel actual ´espejo´ con la UE debería ser de 124,5 Euros por tonelada (35% del valor del producto), lejos de los aranceles que hoy le aplicamos a pesar de haber conseguido una mejora vía OMC”, argumentó la FOA.
La entidad agregó que “la exportación de aceitunas argentinas ya se encuentra comprometida por la entrada en vigencia del acuerdo Mercosur/Egipto, que produjo que Argentina perdiera el 30% del mercado olivícola brasilero, y provocó que los productores debieran salir a la búsqueda de nuevos destinos frente a los precios que actualmente puede ofrecer Egipto, sensiblemente más bajos, tanto por los subsidios que reciben sus exportadores, como por el dumping social que en ese país se aplica”
Se recomienda leer el segundo comunicado de la FOA: Implicancias para el sector olivícola argentino
Junto a las cámaras y asociaciones de cada provincia productora, la FOA pidió la inmediata exclusión del aceite de oliva en la lista de productos desgravados dentro del acuerdo UE-Mercosur, por considerarlo “un producto sensible”, al tiempo que pidió la intervención de los gobernadores de las provincias productoras. Para La Rioja y Catamarca es la principal actividad económica, mientras que para San Juan y Mendoza es la segunda, y también hay plantaciones en Córdoba, en el sur de Buenos Aires y en Neuquén y Río Negro.
La postura de la FOA ya había sido fijada ante el Ministerio de Agroindustria, la Secretaria de Mercados Agroindustriales y la Secretaria de Alimentos y Bebidas: “Este efecto genera la imposibilidad de competir abiertamente con los aceites de oliva elaborados en la UE, dadas las asimetrías que generan los numerosos subsidios, tanto en cantidad como en magnitud, que en dicha región se aplican a la cadena olivícola”, argumentó la FOA.