Este viernes las cotizaciones de los futuros de soja en el mercado estadounidense CME Group (“Chicago”) fueron “salvadas” por una fuerte alza de los contratos de aceite de soja.
Detrás de ese fenómeno se esconde la posibilidad de que el gobierno de EE.UU. proceda a bloquear el ingreso de aceite de cocina usado chino, tal como acaba de hacer la Unión Europea.
La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) inició recientemente una investigación orientada a detectar irregularidades en la importación de aceite usado para la elaboración interna de biodiésel, insumo que proviene mayormente de China.
CTIMaritec NEWSLETTER_August 2024En ese sentido, no puede pasar desapercibida la reciente habilitación por parte de EE.UU. del ingreso de Brasil como proveedor de aceite de cocina usado (UCO según las siglas del producto en inglés), el cual se emplea mayormente para elaborar biodiésel hidrotratado o HVO.
Si tal medida entra en efecto, la consecuencia inmediata será un aumento de la demanda interna de aceite de soja, dado que el volumen de UCO empleado para elaborar biodiésel es actualmente muy significativo.
Datos publicados por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) muestran que en 2023 las importaciones de UCO fueron nada menos que de 1,36 millones de toneladas (cifra que habría seguido creciendo en lo que va de este año).
Desde hace varios años se sospecha que las grandes exportaciones chinas de UCO y de biodiésel elaborado en base a ese insumo en realidad se hacen con aceite de palma importado desde el sudeste asiático, el cual no se corresponde con los criterios de sostenibilidad implementados tanto en la UE-27 ni en EE.UU.
Tal situación, que obedece a una cuestión de orden político –y también geopolítico–, no sólo beneficia a las cotizaciones del aceite de soja estadounidense, sino también al producto exportado por la Argentina, principal exportador mundial del insumo base del biodiésel.