Los administradores de fondos especulativos que negocian contratos agrícolas en el CME Group (“Chicago”), si bien siguen “comprados” en maíz, esta semana procedieron a realizar ganancias al liquidar parte de sus posiciones en el cereal.
El martes pasado –según datos publicados hoy viernes por la Commodity Futures Trading Commission– la posición neta de los fondos agrícolas en futuros y opciones de maíz se ajustó, mientras que en el caso de la soja sigue en terreno negativo.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
A nivel regional, el gran sostén de los precios del maíz estadounidense en lo inmediato son las enormes compras que está realizando México ante la posibilidad de que Donald Trump en 2025 comience a implementar barreras arancelarias y restricciones a la inmigración que obliguen al gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum Pardo a implementar represalias comerciales en el ámbito agroindustrial.
El último dato oficial de embarques y ventas programadas de maíz estadounidense 2024/25, correspondiente al pasado 28 de noviembre, muestra que se comprometió un 58% de la oferta exportable estimada, lo que representa una cifra ocho puntos superior al promedio del último lustro.
Otro factor alcista es la excelente performance exportadora que está registrando el bioetanol de EE.UU., que se elabora mayormente en base a maíz en esa nación. De todas maneras, en el mediano plazo se presentan dudas sobre la dinámica del consumo interno de bioetanol en EE.UU. ante la falta de certeza sobre la instrumentación del nuevo régimen de biocombustibles (45Z) que empezará a regir en 2025.
Esta semana un informe de US Grains Council señaló que los productores estadounidenses de bioetanol esperan que la promoción oficial del uso interno de biocombustible sostenible para aviación (SAF por sus siglas en inglés) proporcione una demanda adicional al bioetanol.
“Se espera que el Departamento de Agricultura (USDA) emita algunas directrices sobre qué tecnologías de agricultura climáticamente inteligente se pueden utilizar para acceder al crédito fiscal en el marco del régimen del 45Z, pero otros aspectos clave, como el análisis del ciclo de vida del biocombustible (en lo que respecta a la huella de carbono), permanecerán inconclusos” en el medio de una transición presidencial, señala el informe.
Por otra parte, la potencia exportadora de maíz por parte de Brasil se sigue diluyendo ante un mayor consumo interno del cereal. Esta semana la entidad que agrupa a los agroexportadores de ese país (Anec) proyectó ventas externas de maíz para el presente mes de diciembre en un rango de 3,09 a 4,10 millones de toneladas versus 6,45 millones en el mismo mes de 2023.
Argentina está realizando su mejor esfuerzo para aprovechar el momento, aunque con una capacidad para originar cereal limitada por distorsiones macroeconómicas internas. Hasta el momento los agroexportadores en ese país declararon embarques de maíz en el presente mes de diciembre por 2,52 millones de toneladas.
El maíz estadounidense ya tiene incorporado en los precios FOB tanto eventuales represalias comerciales por parte de China durante la administración de Donald Trump –quien asume el 20 de enero próximo– como dificultades logísticos para exportar cereal en mercados asiáticos ante conflictos bélicos en el Canal de Suez.