Los administradores de fondos especulativos que negocian contratos agrícolas en el CME Group (“Chicago”) comenzaron a cambiar su posicionamiento en soja ante la posibilidad de una falla productiva en Sudamérica.
El martes pasado –según datos publicados hoy por la Commodity Futures Trading Commission– los fondos agrícolas (hedge funds) redujeron de manera significativa las posiciones “vendidas” (bajistas) en futuros y opciones de soja del CME Group, proceso que ya habían iniciado semanas atrás con el maíz.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
El principal fundamento del optimismo de los administradores de fondos agrícolas es la situación presente en Sudamérica, donde gran parte de las principales zonas sojeras están experimentando déficits hídricos moderados a severos y en lo inmediato no se presentan pronósticos meteorológicos favorables.
Si bien la ventana de siembra de soja en la región tiene varios meses por delante, el hecho de tener una fase ENSO “La Niña” por delante no permite avizorar una recomposición formidable de las lluvias en ese período.
El Servicio Meteorológico de Brasil (Inmet) publicó la proyección de régimen hídrico para el próximo mes de octubre y la misma muestra lluvias inferiores a las normales en los estados de Mato Grosso, Goiás, Minas Gerais y Bahía, los cuales, en condiciones climáticas normales, representan más de un 45% de la cosecha nacional. La semana que viene el Servicio Meteorológico de la Argentina (SMN) actualizará la proyección climática trimestral.
En el ámbito estadounidense también se está desarrollando un factor potencial alcista de gran porte con una movida política orientada a bloquear el ingreso de aceite de cocina usado chino, el cual se emplea para elaborar biodiésel destinado a cumplir con los mandatos obligatorios de uso interno de biocombustibles tanto federales como provinciales.
Si llega a prosperar esa iniciativa, la demanda de aceite de soja en el mercado de EE.UU. podría dispararse y con ella los precios del producto en ese mercado clave.
El tercer factor en juego es la noticia de que las autoridades económicas de China –copiando de alguna manera a sus pares de EE.UU.– están abaratando el costo del dinero con el propósito de intentar estimular la actividad económica.