Los administradores de fondos especulativos que negocian contratos agrícolas el CME Group (“Chicago”) siguen tan “vendidos” (bajistas) en maíz como en soja, pero la noticia –tal como se adelantó en su momento– es que dejaron de apostar fuerte por una destrucción del valor del cereal.
El martes pasado –según publicó este viernes la Commodity Futures Trading Commission– las posiciones netas de los administradores de fondos en futuros y opciones de maíz del CME Group se incrementaron levemente en ambos granos gruesos en línea con una actitud que parece expectante ante la dinámica de los acontecimientos actuales.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
Los cereales en general y el maíz y el trigo en particular presentan las mayores perspectivas alcistas potenciales en la actual coyuntura a pesar de que esa tendencia no se refleja en los precios por factores financieros.
Al observar la evolución del índice de materias primas de la agencia Bloomberg, es factible advertir que es muy probable que el mercado de futuros de commodities se encuentre atravesando un proceso similar al registrado en el primer lustro de la segunda década del presente siglo: un movimiento lateral que fue seguido por una salida generalizada de capitales de tales activos que promovió una caída marcada de precios.
En tal escenario, más allá de las particularidades que puedan tener los diferentes productos agroindustriales, si la tendencia general es bajista entonces los valores no podrán escapar a esa dinámica, aunque aquellos que tengan mejores fundamentos podrían caer menos que otros.
Mientras que el último informe oficial del USDA proyectó una cosecha de maíz 2024/25 de 27,2 millones de toneladas por parte de Ucrania, fuentes locales indicaron a la agencia Reuters que la cifra final se ubicará entre 20 y 21 millones debido al impacto de una restricción hídrica en el período crítico del cultivo.
Tal información ya está presente en los valores FOB del maíz ucraniano, que en los últimos meses pasó de ser el más barato al más caro del mundo.
En lo que respecta al maíz brasileño 2023/24, el USDA sostiene que la cosecha final sería de 122,0 millones de toneladas con una oferta exportable de 50 millones, cuando la última estimación oficial en ese país (Conab) indica que la cifra por recolectar sería de 115,6 millones con una oferta exportable de 36,0 millones. Lo insólito es que, aun con una reducción de área prevista de maíz en Brasil para 2024/25, el USDA sostiene que es factible esperar para la nueva campaña una producción de 127 millones de toneladas del cereal.
En la Argentina, el USDA insiste en que el país logró cosechar 50 millones de toneladas de maíz 2023/24, cuando la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hace meses que mantiene la cifra en 46,5 millones de toneladas. Increíblemente, el USDA además estima una cosecha argentina de maíz 2024/25 de 51 millones de toneladas cuando las primeras estimaciones de área sembrada del cereal en la nueva campaña muestran una retracción considerable con respecto a 2023/24.
En cuanto al trigo –que en su versión forrajera compite con el maíz– la consultora rusa SovEcon redujo esta semana su previsión de producción de trigo ruso en 1,8 millones de toneladas para ubicarla ahora en 82,9 millones. En ese marco, el gobierno ruso incrementó los derechos de exportación sobre los embarques del cereal.
La oficina del USDA en Australia redujo la estimación de exportaciones de trigo 2024/25 de ese país a 21 millones de toneladas versus 22 millones publicadas en el informe oficial del organismo estadounidense.
En tanto, esta semana la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo que el 16% del área nacional argentina de trigo se encuentra en condición mala a regular. “Actualmente, del 55,6% del área que transita desde macollaje en adelante, más de la mitad se concentra en las regiones NOA, NEA y provincias de Córdoba y Santa Fe, con más del 70 % del área en condición hídrica regular-mala, que de no revertirse previo a la espigazón podría impactar negativamente en su potencial de producción”, advirtió.
Por último, si bien Conab sigue esperado en Brasil una buena cosecha de trigo de 8,83 millones de toneladas con exportaciones por 2,0 millones en 2024/25, la realidad es que la suerte de la campaña de define en el estado de Rio Grande do Sul en las próximas semanas.
“Si bien el estado general de los cultivos se considera bueno en Rio Grande do Sul, es ahora que se comienzan a definir los componentes del rendimiento más susceptibles a pérdidas por eventos climáticos, condición que mantiene la expectativa de productividad inicial. Vale recordar que en las dos últimas cosechas el estado de los cultivos durante este período también fue bueno, pero en una hubo una cosecha excelente, mientras que en la otra hubo una gran frustración”, advierte el informe oficial publicado por Conab esta semana.