“La prioridad número uno tiene que ser terminar con el cepo anti-exportador”, dijo el economista y candidato a diputado por Juntos (la ex Cambiemos) Martín Tetaz y se metió en el bolsillo a casi todos los empresarios que integran el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), un conglomerado de más de 60 cámaras vinculadas a la actividad y por lo tanto con un alto perfil exportador.
En una exposición bastante cruda pero a la vez coloquial, en materia de retenciones Tetaz se plantó a mitad de recorrido entre la posición que había expuesto antes el candidato liberal José Luis Espert y la candidata del oficialismo Victoria Tolosa Paz. Uno había dicho que había que eliminarlas de plano y la otra dio rodeos para reconocer que en este contexto era imposible bajarlas. A medio término, y seguro de que su alianza llegará el gobierno en 2023, Tetaz dijo que hay que plantear un cronograma –por ley- para ir reduciéndolas paulatinamente hasta dejarlas en cero.
Pero, más allá de esa promesa, los integrantes del CAA –reunidos en el viejo centro de operaciones de la Bolsa de Cereales, por primera vez de modo presencial- escucharon del economista radical que hace su debut en la política una encendida proclama sobre la necesidad de dar una “batalla cultural” para erradicar preconceptos que hay convertido a la Argentina en una economía aislada de lo que sucede en el resto del mundo, y por lo tanto que “no recibe los estímulos” de los mercados internacionales.
“La clase política debe entenderlo: hay que hacer el cambio cultural necesario y esa es una de las facturas que le paso a ustedes. El sector no ha sabido ni ha podido, y por lo tanto ha perdido la batalla cultural. Hasta ahora. Ahora yo los necesito a ustedes para ganar esa batalla cultural, porque sin eso no podemos hacer la transformación que necesita la Argentina”, los desafió Tetaz a los agroindustriales.
En ese sentido, explicó que tanto el sector público como el sector privado “necesitamos que la sociedad entienda que hay que eliminar el sesgo anti-exportador que tienen tanto el sistema de impuesto y como el sistema de precios en la Argentina” y que son la causa de las recurrentes crisis económicas y sociales al menos en los últimos 40 años.
Según Tetaz, este vivir de espaldas al mundo –desacoplando las variables locales de los que sucede afuera- provocó que el país viva dentro de una “ilusión fiscal” en donde todo lo necesario para construir un estado de bienestar “lo paga el Estado”. Esta fue una de las causas de los crónicos déficits fiscales que vive el país, y que desencadenaron también un elevado endeudamiento externo.
La segunda ilusión que, de acuerdo con esta mirada, se podría erradicar es la “monetaria”, que es aquella que lleva a financiar con emisión ese déficit.
“Por eso sostengo que es mucho mejor alinear los incentivos. Esto se logrará cuando la seguridad social sea financiada con los impuestos a las ganancias. No podemos tener impuestos a la producción en la Argentina, por la misma razón que no podemos tener impuestos a los barbijos o a las vacunas. En un país enfermo no se pueden cobrar impuestos a los insumos médicos. En un país subdesarrollado no se le puede poner impuestos al desarrollo”.
En la misma lógica, luego diría que “un país que no genera empleo no puede tener impuestos sobre el empleo”, así como que “los salarios más bajos no pueden pagar impuestos al trabajo”.
Tetaz consideró que, a diferencia de otras épocas, este es un buen momento histórico para plantear esta batalla cultural largamente demorada. Y consideró que no es contradictorio dar estos pasos con la defensa de las clases populares. “El primer interesado en eliminar el sesgo exportador debería ser el asalariado. A la ciudad le conviene que la Argentina sea pujante porque entonces el asalariado debería tener un ingreso real más alto”, explicó.
“Este cambio cultural tenemos que explicarlo bien. Si logramos ser exportadores muy agresivos en el mundo, los salarios reales van a ser más altos para todos y la pobreza va a ser más baja. La mejor política contra la pobreza es evitar la próxima crisis”, apuntó.
Convencido de que en 2023 los partidos que conforman Juntos por el Cambio regresarán al gobierno, Tetaz pidió fortalecer esta votación de medio término para poder gobernar entonces con mayoría en ambas cámaras. En ese caso, consideró que a partir de 2023 tiene que establecerse un cronograma acelerado de baja de retenciones.
“La Argentina tiene que iniciar el 2023 con una secuencia de reducción a cero de todas s retenciones. No hay posibilidad de medias tintas para eso. La única conversación posible ahí es el cómo. Yo entiendo que haya que financiar un estado, y tal vez no se pueda bajar todo el día 1, pero ese día 1 tiene que estar convertido en una ley ese compromiso. Los productores tienen que saber que se terminarán los impuestos a las exportaciones”, aseguró.
También, para ese hipotético inicio de un nuevo gobierno, Tetaz aseguró de plano que habrá que resolver de inmediato la brecha cambiaria, porque actúa como una retención encubierta que vuelve a meter ruido en las señales. “Tenemos que normalizar eso, no es normal que tengamos 14 tipos de cambio”, indicó.
Luego cerró “A ustedes los cagan porque pueden. Al campo no se lo pueden llevar a otro lado”, dijo Tetaz, comparando las actividades agroindustriales con la industria del software, que elije cobrar sus honorarios en dólares fuera del país al tipo de cambio libre y no es condenada a hacerlo al dólar oficial.