Felipe Solá ha sido el secretario de Agricultura durante gran parte de la década de los 90, que muchos consideran como transformadora para el agro argentino. Días atrás acompañó al ministro de Economía y candidato oficialista a la Presidencia, Sergio Massa, en la presentación de sus propuestas en la Exposición Rural de Palermo. Sorprendió a más de uno, pero Felipe es un animal político y tenía sus propias cosas para decir.
-Me imagino que tenías ganas de venir a la Rural porque en los últimos tiempos hemos conversado alguna vez y me dijiste que sentís que el agro no valora lo suficiente lo que hizo el peronismo y sobre todo tu extensa gestión…
-El peronismo en general y yo también como funcionario hemos hecho mucho por el campo. En realidad como que tenemos mala prensa, nos miran mal y no nos lo merecemos en una mirada histórica. Siempre ha sido así, porque ha habido una incomprensión sobre el sector rural. Yo lo incorporé, acerqué al peronismo con el sector rural, claramente en muchos años, con mucho esfuerzo. Después, desde una posición ideológica, que te borren o te desconozcan…
Solá, en ese sentido, reivindica muchas de las cosas que realizó durante su gestión acompañando al ex presidente Carlos Menem, como la erradicación (luego fallida) de la fiebre aftosa, el fuerte crecimiento de la producción agrícola, el programa Cambio Rural (que todavía perdura, treinta años después), el Plan ProHuerta, etcétera.
“Se hizo mucha política pública, agropecuaria también. Desde el peronismo hubo muchísima política. Yo por lo menos estoy seguro conmigo”, afirma.
Mirá la entrevista con Felipe Solá:
-¿Cómo ubicás en esta mirada histórica la extensa confrontación entre el campo y el gobierno de los Kirhcner?
–Los enfrentamientos no se pueden adjudicar a uno solo. En algunos casos algunas entidades rurales a veces son más, más que una entidad de servicios al productor. Ningún productor para vender o comprar mira a las entidades rurales. A veces son un puente hacia la política.
-¿Son más opositoras de lo que deberían?
-Hay una costumbre de que que por más que las cosas andan bien, siempre queda mejor ser rebelde. Esta entidad (por la SRA) ha sido durante mucho tiempo muy moderada. Así la recuerdo. Es una entidad madre rural. Después dejó de ser moderada y fue muy del PRO. Y puso puso a un hombre de ese partido de presidente y después de ministro de Agricultura (en referencia a Luis Miguel Etchevehere).
-Escuchamos acá a todos los candidatos. Los opositores eran previsibles y dicen que se terminarán las retenciones y el cepo cambiario. Sergio Massa, el oficialista, no lo dice tan claro, pero insinúa que viene una etapa de diálogo y de construcción de consensos. ¿Hay que creerle?
-Esta idea de que a los políticos no hay que creerles… Pero a los diplomáticos sí, a los periodistas si. ¿Es una idea estúpida, no? Es decir, o se le cree a la gente que se expone públicamente o no se le cree. Eso es un problema de cada uno. Te podés clavar, te pueden engañar, pero vale para todos los sectores.
-No te pregunto en término de creerle a ellos. Pregunto si pensás que hay un cambio del ciclo político, que va a haber una nueva relación entre el sector público y el sector productivo.
-Sí, de eso no tengo la menor duda. Si el nuevo Presidente no se da cuenta de eso, no entiende que Argentina requiere de un cambio enorme y obviamente requiere de un acuerdo, por supuesto. Pero en este momento, en plena campaña, nadie va a hablar de un acuerdo. Creo que el más moderado de todos es claramente Sergio Massa en su tono, en la comprensión global del fenómeno del rol del sector agropecuario. No lo vi decir frases hechas. Lo vi. Lo vi explicándoles como ve el futuro con mucho respeto y eso me alegra mucho.
-¿El peronismo que viene es más confrontador o más conciliador?
-Es más conciliador, pero va a ser lo que tenga que ser. Es audaz, valiente y, sobre todo, tiene templanza. No sé. No se copa con las cuestiones ideológicas, para nada dogmáticas. No rompe el vidrio enseguida, como hizo Macri que rompió el vidrio, llamó al fondo y ahí estamos. Sergio Massa no hubiera hecho eso. Es mucho más corajudo y más tranquilo. Y ese es un enorme valor para presidir la Argentina.