En la reciente Expoagro había unas máquinas colorinches que llamaban la atención, pero no solo por los verdes y naranjas furiosos que salpicaban sus chapas sino especialmente porque se trataba de unas pulverizadoras que, en vez de tener el botalón detrás, como todas las demás, lo portaban con orgullo en el centro mismo del equipo, entre los ejes.
Es decir, las alas del mosquito no le colgaban de la cola sino que le salían del tronco.
Resultó toda una novedad porque los brazos de este tipo de equipos primero se colocaban delante de la cabina, hasta que alguno se avivo que eso implicaba un riesgo para el conductor, por la deriva de los fitosanitarios. Por eso se prohibió esa modalidad y entonces todas las fábricas de maquinaria comenzaron a instalar los brazos detrás.
Ahora los brasileños de Stara, una empresa que en el vecino país compite palmo a palmo con las multinacionales, decidieron colocarlos en el medio de la máquina. Y la trajeron a la Argentina. Eduardo Seoane, el representante local de la firma, nos contó cómo surgió esta novedad:
“Stara diseñó una pulverizadora con las barras en el medio de las ruedas. Eso hace que el peso caiga sobre los dos ejes exactamente igual en todo momento, esté la máquina cargada o descargada”, explicó Seoane.
Pero no solo eso, ya con la barra en el medio, a la firma brasileña se le ocurrió convertir esta pulverizadora en una fertilizadora, según su representante “para tener una máquina que se aproveche todo el año”. Lo pudo hacer justamente porque los barrales ahora estaban en el medio y dejaban espacio detrás para instalar sobre el equipo el sistema de fertilización.
“Esta máquina pulveriza a 30 metros de ancho de labor; fertiliza líquido a 30 metros de ancho de labor; fertiliza sólido, con los platos traseros; y también siembra, avena o cualquier pastura o lo que se le ponga atrás como semilla”, se agradó el representante de los brasileños.
Stara, que tiene 58 años de existencia en Brasil y exporta a los cinco continentes, nunca tuvo una fábrica en otro lugar que no fuera su país de origen. Hasta ahora. En marzo, según cuenta Seoane, comenzaron el armado de una planta en el parque industrial de Alvear, para fabricar estos equipos directamente en la Argentina.