El trigo es el gran producto agropecuario que la Argentina le vende tradicionalmente a Brasil, su gran socio comercial en el Mercosur. Pero durante este extraño 2020 ha descollado también la cebolla enviada hacia el vecino país. La Argentina exportó 186 mil toneladas de la hortaliza en total, de las cuales unas 155 mil toneladas se dirigieron al mercado brasileño.
Un informe firmado por Florencia Burgardt y publicado por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios brindó estas cifras, que colocan esta temporada como la de mayores exportaciones de cebolla en los últimos cinco años. “Afortunadamente este año 2020 ha sido sumamente demandante de esta hortaliza, habiendo superado a la oferta (sobre todo al inicio de la pandemia)”, se indicó.
La cebolla es una de las tres hortalizas exportables que produce el país, de nuestro país, junto con el ajo y la papa. Pero andaba de capa caída. Según el informe oficial, “es un hecho que la producción cebollera nacional se reduce año a año”. Y así las cosas, “la Argentina obtuvo los primeros puestos en exportación mundial en tiempos pasados”, pero “hoy países nuevos en la producción de este cultivo (Nueva Zelanda) superan la producción nacional”.
En rigor, el informe presenta datos sobre los países exportadores en 2019. Lideran el ránking Holanda (1,6 millones de toneladas), India (1,4 millones de toneladas), China (983 mil toneladas), Egipto (825 mil toneladas), España (404 mil toneladas), Estados Unidos (402 mil toneladas), México (338 mil toneladas), Uzbekistán (273 mil toneladas), Perú (242 mil toneladas), Turquía (228 mil toneladas) y Nueva zelandia (187 mil toneladas). Recién después aparece la Argentina.
Cuenta Burgardt que la cebolla es un cultivo en donde además de la producción, también hay que pensar en la tecnología de la semilla y la logística para llegar al mercado buscando ser competitivos. “Siendo Brasil el principal socio comercial, la logística de envío es un detalle importante a tener en cuenta. La cebolla nacional viaja en camión a San Pablo incurriendo en elevados costos que luego son trasladados a precios. Lo mismo sucede con los envíos hacia el resto del Mercosur”, explicó.
Pese a ellos, Brasil importó en 2019 una cantidad de 150 mil toneladas de cebollas argentinas debido a una plaga ( mildiu) que afectó la cebolla brasileña”. Y “si bien en 2020 las perspectiva de producción carioca de alta calidad era buena, finalmente la sequía complicó el panorama y demandó una elevada cantidad de cebolla argentina”. Así se llegó a 155 mil toneladas.
La ecuación, de acuerdo con la mirada oficial, funciona bien. “Brasil es un gran consumidor de cebollas, cuya producción interna no alcanza a cubrir la demanda interna. La Argentina es un proveedor habitual de Brasil, aunque compite con Holanda y España, entre otros países europeos”.
Esta año sucedió algo que mejoró la situación de competencia en el mercado. India impuso una prohibición de exportar cebollas, lo cual se tradujo inmediatamente en un aumento de la demanda de cebollas holandesas, españolas, egipcias, turcas y chinas en Asia y Oriente Medio. “Fue una noticia especialmente buena para los Países Bajos, porque puede evitar la sobreoferta de cebollas rojas este año”, apuntó la técnica de Agricultura.