No puede decir Sergio Massa que no lo sabía, porque cuando el año pasado asumió como super ministro de Economía hasta anunció la creación de un cargo especial para el economista Gabriel Delgado. Lo anunció como “responsable promotor de las proteínas animales argentina en el mundo” u otro dislate parecido. El cargo finalmente no se creó y Delgado jamás se sumó a su equipo, pero en una larga charla que tuvieron ambos el flamante titular del Palacio de Hacienda aprendió bastante sobre los diferentes usos del maíz en las diferentes cadenas productivas.
No se puede decir que no lo sabían: en septiembre de 2022, al anunciar el primer Dólar Soja con la urgencia de recaudar divisas para el Banco Central, el propio Massa explicó que ni el trigo ni el maíz iban a recibir un dólar anabolizado porque tenían un gran uso en el mercado interno y por eso una media semejante sería inflacionaria en materia de precios.
Pero ahora que necesita los últimos 2.000 millones de dólares que quedan en poder de los productores, y que sobre todo están en reservas de maíz, Massa incluyó ese cultivo, provocando una cadena de reacciones que estaba cantada: ya le escribieron sendas cartas los productores de carne bovina en corral (que abastecen cerca del 50% del consumo) y los de carne porcina. A los productores de pollo rápidamente les prometieron una reunión y posibles compensaciones, y por eso la carta no salió. Ahora se sumó una esquela enviada a economía por un sector estratégico: la Cámara Argentina de Nutrición Aninal, que agrupa a las cámaras que producen alimentos balanceados para todo tipo de ganado.
En la carta dirigida a Masa, los socios de CAENA “expresaron su preocupación por el efecto negativo” que la inclusión del maíz tendrá sobre las cuentas del sector, ya que “el maíz, como uno de los ingredientes fundamentales en la producción de alimentos balanceados para el ganado, huevo, leche, cerdo, aves y otras proteínas; constituye una pieza clave en el proceso de obtención de proteína animal para el consumo humano y también para el alimento para mascotas”.
No obstante esa importancia (se consumen casi 15 millones de toneladas de maíz para alimentación animal en el país), “el aumento del precio del maíz a partir de este decreto, está afectando negativamente la estabilidad y sostenibilidad de la industria”.
En la carta, los fabricantes además exponen su preocupación por otra decisión de Economía: la implementación de la Resolución General 5393/2023 que en su artículo 5º adiciona un impuesto del 7,125% a las importaciones de bienes que, en el caso de la industria de alimentos balanceados son materias primas (vitaminas, minerales, aminoácidos y otros) que no poseen reemplazo local y que se utilizan en la elaboración de estos alimentos balanceados”.
“Estamos realmente preocupados por la incidencia negativa directa que estas medidas han tenido sobre la elaboración de alimentos balanceados y las alzas de costos y precios que está generando en toda la cadena de la proteína animal que impactarán fuertemente en los consumidores” expresó Juan Pablo Ravazzano, presidente de CAENA.
Esta es la carta dirigida a Massa:
Carta PIE4 2023
Ravazzano explicó como sigue ahora la película, que es algo que el titular de Economía ya sabía: con aumentos de precios generalizados para la población o con empresas afectadas porque no pueden trasladar el aumento de los costos a sus clientes.
“Es importante destacar que el incremento en el costo del maíz (de unos 10 mil pesos por tonelada) se traduce directamente en un aumento considerable en los gastos de producción de alimentos balanceados. Estos costos adicionales se trasladan inevitablemente a los productores de carne, leche y huevos, quienes, a su vez, se ven forzados a ajustar los precios finales de sus productos para mantener la rentabilidad de sus operaciones. Como resultado, los consumidores finales se enfrentan a precios más elevados en la adquisición de productos de proteína animal, lo que genera una carga económica adicional en sus hogares y afecta el acceso a alimentos de calidad y nutrición esencial. Esta situación se vuelve especialmente preocupante en contextos socioeconómicos desfavorecidos, donde el acceso a una alimentación adecuada puede convertirse en un desafío aún mayor”, detalló el presidente de la Cámara.
El directivo agregó que el repentino aumento de los precios locales del maíz también repercute en toda la cadena de la proteína animal. “Los productores se ven enfrentados a decisiones difíciles, como disminuir sus niveles de producción, lo que a su vez puede tener un impacto negativo en el empleo y la economía local. La cadena de suministro también se ve afectada, lo que puede llevar a una disminución en la producción y un desabastecimiento de alimentos básicos para la población”, alertó.
“Hemos elevado un pedido a las autoridades competentes para que se realicen acciones concretas a fin de estabilizar los precios del maíz y promover un entorno de producción más predecible y sostenible para nuestra industria. Además, solicitamos la implementación de medidas de apoyo y acompañamiento a los productores para mitigar los impactos negativos en sus actividades y garantizar el abastecimiento adecuado de proteína animal a la población”, contó el empresario.
Siempre lo mismo. Deberíamos dejar de depender del campo.Dejamos ser el granero del mundo .No.producimos alimento solo soja …. Por las políticas de debieran ser integradores . Cada decisión de devaluacion nos impacta . Son los únicos q ganan USD .Y si ganaríamos USD como.propone Millei se les termino la joda
Quizás no sepas que es el campo el que te da de comer. No solo porque produce todos los alimentos de tu mesa. Sino que además le provee 6 de cada 10 pesos que tienes en tu bolsillo.
Tampoco seguro no sabes que la soja en diciembre pasado estaba en los 110 mil pesos la tonelada y hoy escasamente ronda los 95 mil pesos. Con una inflación del 50% en este año. Mientras que en Chicago siguió aumentando hasta rondar los 560 dólares la tonelada.
Eso lo perdió el país entero. No solo el campo. Para beneficiar políticas de gastos inauditos. Sobre todo políticos.
Los dolar soja no beneficiaron a nadie. Fueron y son una estafa premeditada. Ahora con el maíz es lo mismo.