Crece la miseria en la Argentina, de la mano de la inflación y la falta de oportunidad, y con ella viene acompañada el hambre, que afecta a muchas familias argentinas y pone en riesgo la salud y desarrollo intelectual de millones de niños y adolescentes.
Pero gran parte del problema puede ser solucionado con un “guiso deshidratado hiperproteico”, según destacó el portal del comunicador oficialista Gustavo Sylvestre a partir de una entrevista radial realizada a Héctor Flores, vicerrector de la Universidad Nacional de San Luis.
“El guiso deshidratado trabaja sobre la base de una economía circular pura, porque se extrae de hortalizas y legumbres del cordón verde de la ciudad de Villa Mercedes y trabaja con energía solar”, indicó Flores, autoridad de la universidad en la cual se creó el magnífico alimento integrado por una mezcla de arroz, legumbres, vegetales deshidratados (cebolla, tomate, zanahoria, zapallo y papa) y condimentos.
“Con 100 gramos mantenés a una persona con una dieta adecuada y cuesta sólo 150 pesos”, afirmó Flores, sin advertir que un precio de 1500 pesos por kilogramo, por ejemplo, duplica el valor de muchos cortes populares vacunos o porcinos.
“Lo estamos haciendo en una planta piloto que tenemos y lo estamos repartiendo en comedores barriales. Necesitamos cerrar un acuerdo con el gobierno de la provincia para poder llegar a todos los lugares en donde se atiende a la gente que hoy está padeciendo la situación de vulnerabilidad y hambre”, expresó Flores.
La ventaja de ser un producto deshidratado es que el guiso se puede guardar durante un año para luego cocinarse cuando resulte indispensable.
“Es la ciencia puesta al servicio de tratar de ayudar a la lucha contra el hambre y la mejora de la calidad de vida. Desde la Universidad Nacional de San Luis e inclusiva antes de que comenzara la pandemia pusimos a nuestros científicos a trabajar en el desarrollo de productos que pudieran ayudar a mejorar la dieta y obtener una comida saludable para la gente de nuestra provincia”, explicó Flores.