El gobierno de Javier Milei, a través de su ministro desregulador Federico Sturzenegger, intervino ahora en el mercado de la navegación de cabotaje dentro de la Argentina (incluyendo la estratégica Hidrovía del Paraná), y desreguló aspectos de la Ley de Marina Mercante para otorgar “tratamiento nacional” a los buques y barcazas que utilicen otras banderas. Esto apunta a reducir costos logísticos para la exportación e importación de mercadería, incluyendo toda la soja que baja por el Paraná desde Paraguay.
El Decreto 340/2025, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, justamente establece un Régimen de Excepción de la Marina Mercante Nacional. Por eso modifica, valiéndose en el poder desregulador que emana del DNU 70/2023, varios artículos de esa ley para permitir una mayor competencia de las firmas extranjeras en el mercado de cabotaje, ya que dicha ley establece que esas vías de navegación puede realizarse solo con naves de bandera argentina y tripulación sujeta a las reglamentaciones locales.
El Artículo 26 de nuestra Constitución reza que “La navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para todas las banderas, con sujeción únicamente a los reglamentos que dicte la autoridad nacional.” De hecho, muchas de nuestras guerras civiles se pelearon, en parte,… pic.twitter.com/PwyQKNuDsJ
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) May 21, 2025
Al justificar la medida, en sus redes sociales Sturzenegger recordó que “el DNU 340/25 con firma de Milei rescata el espíritu constitucional y desregula el mercado de cabotaje. También empieza a cerrar el ciclo de reformas en transporte del presidente Milei; completando un arco que cubrió lo aéreo, lo terrestre y ahora lo fluvial y marítimo”.
“No necesitamos aclarar que la reforma del transporte es un paso clave para bajar el costo argentino”, enfatizó el ministro libertario, para quien “operar un buque de bandera argentina sigue siendo hasta cuatro veces más costoso que en países vecinos”.
El DNU modifica el decreto ley 19.492 de 1944, y las leyes 20.094, 27.418 y 27.419. Según Sturzenegger, todas estas modificaciones apuntan a tener “un cabotaje pujante”, ya que “lo más importante es que se permitirá el tratamiento de matrícula nacional a buques extranjeros”.
La situación afectará especialmente la navegación en la Hidrovía, no tanto en el tramo dragado que permite el ingreso de buques de ultramar hasta los puertos del gran Rosario sino sobre todo en el tramo norte, de Santa Fe a Confluencia, donde transitan convoyes de barcazas cargados de soja que bajan desde Paraguay y Bolivia. Ese tránsito, de hasta 7 millones de toneladas anuales, se realiza por empresas que han asumido bandera paraguaya para evitar mayores costos.
“Esto quiere decir que una barcaza paraguaya, por ejemplo, se podrá matricular en Argentina y operar como una nave local. Deberán ser tripulados por argentinos o extranjeros residentes en los términos del artículo 143 de la Ley de Navegación (75% de la dotación), pero se regirán para ese contrato con las leyes de su país de origen”, explicó Sturzenegger.
La reforma además “establece un régimen por el cual los operadores locales también podrán operar con el sistema de cese de bandera que les permite realizar cabotaje bajo otra bandera de conveniencia y también contratar bajo las leyes del país de la nueva bandera”.
Según Sturzenegger, esto quitará presión sindical sobre las empresas. “Aunque no lo creas, la dotación del barco necesitaba un acuerdo del sindicato. Entonces era común la extorsión antes de zarpar (“subime estos dos compañeros, total que te hace”). Ahora la dotación la elige el armador, que es quien opera la nave e invirtió en ella eliminando sobrecostos inútiles (esto sin perjuicio de la facultad de la autoridad pública competente (Prefectura) de establecer la dotación mínima de seguridad)”, indicó.
Las reformas, además, amplían de 30 a 60 días el plazo por el que los buques de tráfico internacional puedan hacer tráfico de cabotaje permitiendo un mayor flujo de tránsito con buques extranjeros.
Además Sturzenegger destacó que “por último, se facilita la inscripción y baja de buques en la matrícula nacional y se eliminan restricciones para el funcionamiento de talleres para hacer reparaciones, eliminando sendos cotos de caza de los que sabemos abundan en el país”.
El DNU lo firman tanto el presidente Milei como todo su gabinete: Guillermo Francos, Gerardo Werthein, Luis Petri, Luis Caputo, Mariano Cúneo Libarona, Patricia Bullrich, Mario Iván Lugones, Sandra Pettovello y el propio Sturzenegger. Suele suceder que pasa esto cuando el gobierno teme una judicialización de sus normas, que es un escenario posible.