Por Jeremías Drobot (@JereDrobot).-
“Un mundo nuevo se ha descubierto, lleno de oportunidades y de mano de la tecnología”, enuncia optimista Carlos Becco. Es el mismo Becco que pasó por los altos mandos de Monsanto y de Syngenta. El mismo que fue referente local durante muchos años en el negocio de las semillas y los agroquímicos. ¿Cómo será el nuevo mundo que menciona?
Con 58 años, Becco dice que se aburrió de más de lo mismo y se convenció de que no era tarde para entusiasmarse con algo nuevo. Por eso se puso a seguir de cerca a una nueva Startup que crecía muy rápidamente en Estados Unidos, la ‘stalkeó’ como se dice en la jerga hoy. Y fue clave que su jefa de Syngenta en Estados Unidos, a quien admiraba mucho. pasara a trabajar a esta novísima empresa.
La historia termina en que Indigo (la firma en cuestión) abrió su primer filial fuera de los Estados Unidos. Lo hizo en la Argentina y Carlos Becco se convirtió en su primer empleado. Fue hace menos de un año.
Hablamos con Becco para saber qué lo tiene tan entusiasmado:
Indigo es una empresa muy nueva en el agro. Surgió hace cuatro años en Boston desde la rama de la farmacéutica. Su particularidad es que estudia la microbiología e identifica las bacterias benéficas para los cultivos (probióticas). “Hay más de un trillón en el mundo e Indigo ya identificó 70 mil amigables con las plantas”, señaló Becco. Luego aclara que nada que ver con los transgénicos, pues se trata de microorganismos naturales que se incorporan a las plantas para mejorar su performance.
Resulta fácil para un productor agrícola entender la nueva técnica: se hace de la misma forma en que desde hace un tiempo se inocula el Bradyrhizobium japonicum, la bacteria que se adhiere a la semilla de soja para que fije el nitrógeno atmosférico y se lo brinde a la planta -simbiosis-.
Las nuevas bacterias por venir no solo podrían convivir con aquella sino que es indefinida la mezcla de probióticos que se pueden llegar a hacer. Esto es lo que atrapa tanto a Becco: resulta inimaginable los “coctails” que pueden armarse a futuro para cada situación de los cultivos.
En este contexto, la meta de Indigo es lanzar un producto por año. Ya tienen disponible en el mercado uno para soja y otro para maíz, que funcionan aportando una fortaleza especial en condiciones de estrés hídrico y calórico. Ideales para campañas como la que vivimos, los resultados de sus ensayos (tienen 10 mil hectáreas sembradas) muestran mejoras en el rinde en el orden del 4 %.
Becco no quiere hablar de mejora de rinde usando estos productos, sino de una “estabilización” de los mismos. “Para un productor que esperaba 4.000 kilos de soja y ahora con esta sequía llega a 2.500 kilos, ahí es cuando las sojas con Indigo sacan una diferencia de kilos”, afirma. El concepto es el de menor caída de rinde, algo que será muy buscando en tiempos de cambio climático.
La tecnología juega un papel muy importante para que esta empresa creciera tan rápido. Es que actualmente resulta muy fácil (y mucho más rápido y barato) decodificar el ADN de una bacteria. Por superposición de datos, luego se llega rápido a la ventaja que esa bacteria analizada podría tener en determinado vegetal.
“En muchos casos servirán como vacunas para las plantas, protegiéndolas de enfermedades. En otros casos las hará más tolerantes a situaciones difíciles como la salinidad, por ejemplo. Las soluciones son infinitas y ya no resulta trabajoso encontrarlas””, describió el especialista, que anuncia en breve un nuevo lanzamiento pensado para el trigo.