El gobierno argentino creará una “Central de Alimentos” en la ciudad de Buenos Aires para comercializar productos de consumo masivo a precios mayoristas. La iniciativa emula la “Misión Mercal” implementada en 2003 en Venezuela con el mismo propósito.
Hoy la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, recorrió junto con el presidente del Mercado Central de Buenos Aires, Nahuel Levaggi, el predio de 7000 metros cuadrados en el sur de la ciudad de Buenos Aires en la cual se instalará la “Central de Alimentos”.
“Esta central comercial con arraigo en la ciudad va a ser fundamental para que todas y todos los vecinos puedan conseguir alimentos frescos, de estación y calidad a precios mayoristas cerca de sus casas. Esto forma parte del paquete de medidas que estamos implementando para contener la suba de los precios, cuidar el bolsillo y garantizar los alimentos en la mesa de todas las familias argentinas”, manifestó Español.
El proyecto contempla comercializar frutas y verduras, carnes, alimentos secos (fideos, legumbres, frutos secos, etcétera), panificados, artículos de limpieza, snacks, productos de granja (pollo, huevo, miel y aceites) y lácteos, entre otros. Todo a precios mayoristas mediante proveedores del Mercado Central de Buenos Aires que contará así con una sucursal de venta minorista en la Ciudad de Buenos Aires.
“El abastecimiento y los precios de los alimentos son temas que nos preocupan. En este sentido, junto con Nahuel y la experiencia que ya tenemos en el Mercado Central, con esta iniciativa en la Ciudad de Buenos Aires vamos a promover comercios de cercanía para que vendan productos a precios populares”, aseguró Español.
La iniciativa es semejante a la implementada a comienzos de la década pasada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, la cual consistió en construir almacenes y supermercados con productos de primera necesidad a bajos precios para que sean accesibles a la población más necesitada.
La Misión Mercal se extendió hasta 2007, aunque luego fue reemplazada por la “Misión Alimentación” (2008-2016) para posteriormente redefinirse en la “Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro”, mejor conocida como Comités Locales de Abastecimiento Popular (CLAP). La realidad es que la cantidad y calidad de alimentos distribuidos en tales bocas de expendio oficiales fue disminuyendo progresivamente a medida que la producción interna de alimentos fue cayendo hasta finalmente colapsar.