En julio próximo habrá una visita sanitaria de Corea del Sur a la Argentina y el objetivo es poder habilitar ese mercado asiático para la carne vacuna local, como ya sucedió con China y parcialmente con Japón.
“Hace tiempo que se viene negociando la apertura del negocio coreano junto a (la Secretaría de) Agroindustria, el Senasa y la Cancillería, apoyados por el IPCVA”, recordó a Bichos de Campo Jorge Torelli, vicepresidente por el sector frigoríficos del mencionado Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina.
“Los coreanos comen entre 18 y 19 kilos por habitante por año de carne bovina, y están pensando también allí en la seguridad alimentaria, en términos de contar con (oferta) del alimento”, explicó el industrial. Luego destacó que los habitantes de Corea tienen un alto poder adquisitivo, “de modo que están tratando de abrir el juego a países como Argentina, dado que Australia y Nueva Zelanda ya le venden todo a China”.
Desde siempre, la apertura de Corea del Sur y de Japón han sido las figuritas más difíciles de conseguir para los frigoríficos exportadores de la Argentina. El vicepresidente del IPCVA recordó que en el segundo caso, el japonés, “ya se había aceptado la regionalización y abierto a la Patagonia, algo que Argentina pedía hace rato, ya que se reconoció a la región como libre de aftosa con vacunación”.
“En ese mismo momento se empezó a negociar con Corea”, recordó.
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El empresario subrayó que para acceder a el mercado coreano “son varios pasos a cumplir” y remarcó que “la Argentina está cumpliendo con todos ellos”.
“Uno en los que está ingresando a recta final es el de la visita de las autoridades sanitarias coreanas. Le tengo mucha fe al Senasa en la auditoría que hagan en julio, porque es un organismo que funciona y que se maneja bien en este tipo de situaciones. Lo que sigue luego es una serie de pasos más cortos para dejar formalmente abierto el mercado coreano a la carne argentina”, se esperanzó.
Según Torelli, países como China y Corea están atentos a la importación de carne vacuna, porque “están planificando para 20 a 25 años por delante y a ninguno de ellos les gustaría pasar hambruna”. Por el contrario, “vienen “incorporando clases de bajo poder adquisitivo a uno nuevl superior, con lo cual mejoran la alimentación y presionan sobre los precios”.
“A su vez sabemos que la oferta de carne mundial no alcanza a cubrir la demanda. Un trabajo del Rabobank estima que hacia 2027 el mercado mundial de carne demandará 79 millones de toneladas de carne bovina”, remarcó el empresario. Se trata de un volumen que supera en más de veinte veces la producción de toda la Argentina.
Ver Dante Sartor, de Friar: “China comenzó a demandar también cortes de alto valor y carne de novillo”
En ese contexto, la exportación de carne vacuna argentina a China crece cada vez más y parece imparable. “China es el gran importador de carne argentina y ya les vendemos cortes de alta calidad, aunque el mercado de congelados aún no está establecido”, describió el directivo del IPCVA.
La Argentina, en esos mercados, debe enfrentar la compatencia de otros países ganaderos como Australia y Nueva Zelanda. Torelli mencionó que “en esos países hay una restricción en la oferta debido a los problemas climáticos que tuvieron, y esto impacta en China, que debió buscar otros países a los cuales comprar esos cortes vacunos de calidad, tales como bife, cuadril, lomo, y cortes del cuatro trasero como bola de lomo y peceto, tanto de novillo como de vaca buena”, precisó.