Por Matías Longoni.-
El presidente Mauricio Macri, mediante el decreto 444/17 publicado este viernes en el Boletín Oficial, procedió a disolver la Unidad de Coordinación de los Subsidios para el Consumo Interno (UCESCI), uno de los engendros institucionales que había creado el ex secretario Guillermo Moreno para manipular a su antojo las compensaciones residuales de la ex ONCCA y sobre todo los cupos de exportación de carnes, granos y lácteos.
La UCESCI era la ventanilla que emitía los ROE (Registro de Operaciones de Exportación). Su “mesa de entradas” quedaba casi oculta en el noveno piso de la Secretaría de Comercio, aunque para arreglar algunas otras cosas había que bajar al segundo piso, cerca del que supo ser el despacho del ex todo poderoso funcionario K.
El decreto fue firmado por Macri y parte de su Gabinete (Marcos Peña, Francisco Cabrera, Ricardo Buryaile y Nicolas Dujovne). Esto fue así porque la oficina en cuestión era un organismo que dependía de tres ministerios: Agroindustria, Producción y Economía. Fue una fórmula para guardar las formas, porque en realidad nunca hubo una reunión entre los titulares de esas carteras para definir u homologar las políticas que allí de desplegaron. Moreno era el que mandaba y varios ministros que ahora se hacen los cocoritos, como Julián Domínguez, solamente obedecían y guarban silencio.
La UCESCI se había creado el 24 de febrero de 2011, el mismo día que Cristina Kirchner reunió a sus 16 ministros para hacerles firmar la disolución de la ONCCA, un organismo que había caído en desgracia pública luego de que se conocieran varios casos de corrupción vinculados a la distribución de subsidios por unos 3.000 millones de dólares a diferentes sectores agroindustriales, como molinos harineros, feedlots, industrias aceiteras y avícolas. De estas investigaciones judiciales, el ex titular de la ONCCA y de la AFIP, Ricardo Echegaray, quedó totalmente a salvo. Su coraza judicial fue efectiva.
Si el macrismo demoró tanto en la disolución de la UCESCI fue justamente porque este organismo heredó, además de algunas funciones de la ex ONCCA como la administración de los ROE, una serie de litigios judiciales por la abultada deuda que quedó pendiente a favor de esos operadores cuando se disolvió por sorpresa la ex ONCCA. De esos juicios ningún ministerio quería hacerse cargo en esta nueva etapa.
Al hacer un balance de la actuación de la UCESCI, el decreto de Macri dice lacónico que “los objetivos perseguidos no pudieron ser alcanzados, habiéndose registrado inconvenientes, con el transcurso del tiempo, para lograr defender la producción, fomentar la actividad y compensar precios con el otorgamiento de subsidios y la actividad de registro de otras operaciones relacionadas, tornando necesario readecuar los instrumentos normativos existentes”. Si el Boletín Oficial pudiera ser escrito por este periodista, el resumen sería totalmente diferente. Diría: “Fue un organismo exitoso: porque chorrearon, se fueron y a otra cosa”.
Las competencias que tenía la UCESCI, ahora, volverán a su ámbito natural: el Ministerio de Agroindustria. En este sentido, el artículo 1 del decreto establece que será esa cartera “la Autoridad de Aplicación del cupo de cortes enfriados bovinos sin hueso, de calidad superior, conforme al biotipo establecido por la Unión Europea, denominado Cuota Hilton, encontrándose facultado a dictar el marco normativo para su distribución y asignación”.
Repartor un jogoso negocio de 340 millones de dólares anuales era una de las últimas tareas que tenía a su cargo la UCESCI. Hace unos días el colega Fernando Bertello anticipó que habría un nuevo sistema de reparto de las 29.000 toneladas de Hilton a partir de mitad de 2018.
Como siempre luego de estos enchastres institucionales tan comunes durante el último tramo del kirchnerismo, lo único que quedó en pie son los juicios que terminaremos pagando todos nosotros, los hijos de la pavota. Sobre esto, el decreto de Macri detemrina que Agroindustria y Producción deberán “determinar en forma conjunta la distribución de aquellas actuaciones jurídicas, administrativas y contables que se encontraren pendientes”.
Por lo que pudo saber esta página, no es nada despreciable la suma de deudas por compensaciones que reclaman varios operadores, como avícolas y molinos. Antes de irse Moreno arregló a varios con bonos del Tesoro, pero quedaron muchos reclamos en marcha.