MSD, una biofarmacéutica de Estados Unidos, publicó los resultados de un estudio sobre la aplicación de vacunas sin agujas dentro de la producción porcina, con el objetivo de lograr mayor bienestar animal, así como un proceso más sostenible y rentable.
Según dieron cuenta, la adopción de esta tecnología de vacunación intradérmica demostró reducir los niveles de cortisol –un indicador biológico del estrés- en un 53,8%, así como los de vocalización – signo visible de incomodidad en los animales- en un 84%.
Además, esta práctica –que ya logró una penetración del 30% en las granjas porcinas del país- permitió reducir el tiempo de administración de cada vacuna en un 41,5%, lo que supone un ahorro total de un 36% en las horas-hombre de trabajo.
“La vacunación sin aguja está aumentando en todo el mundo ya que evita los riesgos asociados a su uso, tanto para los animales, como para los operarios y productores. Los beneficios generales de esta tecnología es que evita el riesgo de autoinyecciones accidentales en los operarios, no penetra en el músculo, disminuye los daños en el tejido, minimiza el riesgo de transmisión iatrogénica de patógenos, mejora el bienestar animal y disminuye la generación de residuos asociados en un 80% aproximadamente”, señaló Guillermo Racca, gerente técnico de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal para Argentina.
Desde la empresa indicaron también que “la implementación de este tipo de soluciones representa un factor diferenciador para la industria porcina argentina, permitiéndole acceder a nuevos mercados y consolidarse como un actor relevante en el comercio internacional”.
En paralelo Novonesis, una firma danesa de biotecnología, anunció un acuerdo con DSM para adquirir su participación en la Feed Enzyme Alliance, en el marco de un negocio que demandó una inversión de 1.500 millones de euros.
Esto le permitirá a la empresa no solo tomar el control de las actividades de venta y distribución de enzimas digestivas, sino también consolidar su portafolio de soluciones sostenibles, integrado por probióticos para la nutrición y salud animal, inoculantes para silajes, además de las enzimas en cuestión.
De acuerdo con la Novonesis, esta operación se enmarca dentro de la estrategia de una crecimiento de la firma, “que espera un incremento en los ingresos del grupo y una mejora significativa en su margen de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA)”.