El colega Horacio Galliano, de Villegas Agro TV, nos envía esta historia que roza lo increíble. Sucedió la semana pasada en General Villegas.
El productor e ingeniero agrónomo José Luis Formica venía de sufrir las inundaciones en su campo de Bajo de Laureles, donde había una vieja estación de ferrocarril. Por eso se pasó a la producción de cerdos y ovejas. Ahora no está inundado, pero le chorean su producción con una facilidad asombrosa.
Cansado de los reiterados robos en su campo, ubicado detrás del Hipódromo Municipal, decidió acudir a la tecnología. Así fue que colocó cámaras de seguridad, de las que ni su propia familia sabía la ubicación.
El sábado 17 de marzo, al llegar al predio, notó que las tranqueras del corral de ovejas habían sido abiertas. Cuando comenzó con la actividad tenía 250 animales, pero en ese momento le quedaban solo 94. Formica reconoció los modus operandis del mismo caco de siempre. Sabía que era “él”, pero no sabía “quién” era.
Por eso recurrió a la grabación de su flamante sistema de cámaras. El material que captó le permitió ver el momento justo en que, una vez más, lo robaban.
Con semejante evidencia, el productor hizo la denuncia al Comando Patrulla Rural de la Policía: con precisión meridiana dijo que le habían robado varios ovinos a las 21:28 del viernes e identificó el domicilio del presunto ladrón, al que cruzó vistiendo la misma ropa y la gorrita blanca. El hombre, sin embargo, no habría actuado solo. La banda se habría movilizado en al menos dos motos.
Horas más tarde, el personal policial realizó un allanamiento en una vivienda ubicada sobre calle Alberti, detrás de la escuela Técnica de Villegas. Cuentan los diarios locales que “el procedimiento permitió secuestrar varias ovejas, no trascendió cuántas, ya que la persona que las tenía no pudo justificar su procedencia”.
Los sagaces investigadores de la policía local tardaron varias horas en darse cuenta que las ovejas secuestradas -eran cinco- no eran las que le habían desaparecido a Formica. ¿Cómo lo supieron? Simplemente porque eran de una raza diferente a la de las ovejas patagónicas que maneja el agrónomo.
Dice la prensa local que sigue esta saga: “Por este motivo surgen dos nuevas situaciones. Por un lado, ¿quién o quiénes son los autores del robo al mencionado? Por el otro, ¿de dónde provienen los animales que están en custodia del CPR?”. Pobre policía: dos casos a resolver a falta de uno.
La gente simple se preguntaba otra cosa más sencilla: ¿Es posible que sean tan torpes los policías o sencillamente están encubriendo a alguien? ¿Cómo puede ser que se equivoquen de casa y de ovejas?
Lo peor, sin embargo, sucedió un rato después. El mismo lunes 23 por la noche el productor damnificado, que había filmado a quién le robaba impunemente las ovejas, fue nuevamente asaltado. “Esta vez fueron 10 animales, ayer conté 92 y hoy hay 82”, aseguró Formica.
“Las han degollado en el campo y cargado en un auto; la sangre estaba todavía fresca esta mañana y se podían ver claramente las huellas de un vehículo”, añadió, conmocionado por esta secuencia.
Al costado del árbol se ve una segunda persona… Parce mujer… Que hdp
Cuando el estado no puede garantizar la seguridad los ciudadanos tienen derecho a armarse en su defensa.