“Más agrandado que criador de caballo criollo”.
La frase es picaresca, pero bien podría aplicarse a los productores que crían esa raza, que en la última edición de la Exposición Rural de Palermo lucían exultantes por una serie de logros bien ganados. El más importante de ellos es que fueron identificados con la “Marca País”, un atributo que se suma los reconocimientos como “Caballo Nacional” y “Patrimonio Cultural argentino” otorgados por el Senado de la Nación en 2017. La nueva designación “fortalece a la raza criolla como embajadora del país en el mundo”.
Pero también estaban agrandados porque, en un emotivo acto, esta asociación de criadores pudo entregar al Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín” una serie de ejemplares que les estaban haciendo falta. Porque sí: los caballos que utilizan en esa una unidad de caballería del Ejército Argentino, fundada en 1812 por el coronel San Martín durante la Guerra de la Independencia Argentina, es de la raza criolla. Aunque no sean blancos, como sostiene el tradicional dicho.
Todo esto es lo que le explicó a Bichos de Campo inmediatamente después de la jura en la pista central el criador e integrante de esa Asociación, Hugo de Achával, quien además es uno de los jurados de la raza que evaluó los más de 300 ejemplares equinos que llegaron a Palermo luego de un arduo y trabajoso proceso de selección en diferentes pruebas de alcance regional.
-¿Qué se juzga en un caballo criollo?- aprovechamos para preguntar.
-Son miles de cosas. En líneas generales nosotros evaluamos un caballo de atrás para adelante y de abajo hacia arriba. Cuando te digo esto es que los bajos son muy importantes. Sería como un auto las ruedas, es donde va apoyado todo el caballo, todos los movimientos. La circulación del caballo depende de sus bajos. Y de atrás para adelante, porque el caballo tiene que mover más de 60% de la superficie corporal que está toda adelante. Entonces de ahí es de donde nosotros miramos. Hay que mirar aplomo, mirar cerda, mirar costilla, mirar grupa, mirar pescuezo, cabeza, sello racial y algo que es esencial, los ojos y las orejas.
-Para poder evaluar todo eso, me imagino que vos debes haber estado vinculado a los criollos desde chiquitito.
-Sí, sí. Generalmente es una transmisión un poco de abuelos y padres. También algo se aprende. Es la pasión la que te lleva a seguir buscando y seguir creciendo hasta que te morís. Si estamos acá es un honor.
-¿El criollo es un animal de trabajo? Su origen es el trabajo en el campo.
-El origen es el trabajo en el campo. Lo que pasa es que el campo también ha ido evolucionando con el paso del tiempo y el caballo fue acompañando esa evolución. Así que hoy te diría que si lo tuviera que definir es un caballo de trabajo, de deporte y de esparcimiento. Hay muchas familias que no lo tienen para trabajar, lo tienen para disfrutarlo los fines de semana.
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-¿Y por qué le han otorgado ahora la marca país?
-Es el caballo que está desde al sur, en la nieve en este momento, en pleno invierno, con alturas de nieve muy importantes. También en el norte, con temperaturas en verano altísimas, con garrapatas, con un montón de problemas. Y ese caballo que sobrevive en ese escenario es el caballo del país. Ya fue elegido como el caballo del país, fue elegido como Patrimonio Cultural de la Nación en 1917 por el Senado Nacional y ahora nos eligen nuevamente. Estamos recontra agradecidos y y realmente creo que es una manera de hacerle honor al caballo criollo que se lo merece.
-¿Para qué sirve ser considerado Marca País?
-Es un reconocimiento a años de trayectoria. Es un reconocimiento a un caballo que trabaja durante todo el año para que esté la carne de los argentinos en la mesa de los argentinos. El caballo tiene una gran vinculación con la hacienda. Le debemos mucho al caballo, creo yo, así que que el país se lo reconozca… Si me preguntás, el reconocimiento es porque se han inscripto más de 70.000 crías en los últimos nueve años. Por lejos, el animal más inscripto, el que nos representa. Y bueno, seguramente las Cataratas del Iguazú, la carne, el tango, y el caballo.
El movimiento en torno a la asociación de caballos criollos es muchísimo: hay unos 3500 jinetes federados a lo largo del país y la entidad tiene 1100 productores asociados que crían esa raza y compiten sanamente en unos 250 eventos por año. Y por suerte, apunta Hugo, la raza crece. “A pesar de que el caballo cada vez se usa menos para trabajar en el campo por la evolución, la raza va creciendo, los criadores van creciendo”.
“Entregar este certificado, simplemente es un acto de justicia, de reconocimiento por todo lo hecho por la raza. Básicamente se trata de reconocer tantos años de labor en torno a lo que son nuestros caballos, que sin duda es parte fundamental de nuestra identidad. Desde Marca País, con todo el equipo, estamos muy felices de poder hacerlo hoy en este día tan especial”, sostuvo Diego Sucalesca, presidente de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional, al momento de entregar el reconocimiento Marca País.
Además, en el marco de la Rural se concretó la entrega de seis ejemplares para completar la tropilla del Escuadrón Riobamba del Regimiento de Granaderos a caballo, que solo usa ejemplares de esa raza y de cierto pelaje detemrinado. De este acto, participó el presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou, quién ponderó que una fuerza del Estado use la raza criolla como fortalecimiento de la identidad nacional.
“La donación es parte de nuestro compromiso desde la Asociación para que los granaderos, que son emblema de la Argentina, puedan tener completo su escuadrón como parte de la fraternidad y unión”, dijo el presidente de la Asociación, Claudio Dowdall.