Aunque participó en 2019 de las elecciones como precandidata a diputada nacional por Córdoba, Paola Campitelli afirma que este es su verdadero primer paso en el mundo de la política. La ingeniera agrónoma, doctora en ciencias agropecuarias y secretaria académica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de Córdoba se dirige hacia las próximas PASO como precandidata a Senadora Nacional por la lista “Sumar Córdoba”, dentro de Juntos por el Cambio.
Además de ese grueso currículum, Campitelli forma parte de la agrupación Mujeres Rurales, por lo que su candidatura también implica hacer llegar la voz de las productoras agropecuarias al Congreso Nacional.
-¿Qué te impulso a querer participar de estas próximas elecciones?- le preguntamos desde Bichos de Campo.
-Estamos muy preocupados por aumentar un quintal más de rendimiento, en ver que tecnología se puede aplicar para generar un kilo mas de carne o en sacar más profesionales de calidad e invertir en ciencia, y cuando eso llega a nivel de Diputados o del Senado, con una ley de repente el Estado define que directamente hay que cerrar exportaciones, cerrar las escuelas, etc. Todo el esfuerzo que hacemos como sociedad queda en la nada. Creo que es necesario empezar a formar parte de esos espacios y llevar la voz del productor, que necesita ubicar su producción y tener una rentabilidad acorde, al lugar en donde se generan las leyes.
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Como docente y formadora de profesionales del agro, Campitelli sostiene que los representantes “tocan de oído la realidad del sector agropecuario” y votan “por un botín político sin un fundamento real”.
Para ella el gran ejemplo es lo que ocurrió con la nueva ley de biocombustibles, que llevó a legisladores de provincias productoras de estos bioinsumos a votar a favor de su recorte. “Córdoba es la octava productora mundial de maíz. Tiene cuatro empresas enormes de biocombustibles, donde mucha gente ha invertido con créditos a largo plazo, y de repente por el lobby las reglas de juego dejan de ser claras y todo se cae”, aseguró.
Y aunque suene utópico, si esas cuestiones no se desatendieran a nivel legislativo el país, para Campitelli, “podría ser número uno en el mundo y alimentar no sólo los 50 millones de argentinos sino a todo el mercado el internacional”.
-¿Qué rol considerás que tienen las entidades rurales en el tratamiento de este tipo de problemáticas?
–Las entidades rurales no deberían ser tan protagonistas si las reglas de juego estuvieran más claras. Terminan teniendo que actuar gremialmente, cortando rutas, llevando propuestas, firmando los puntos de la Mesa de Enlace como acuerdos básicos. Llegada la hora de llevar esas propuestas a los legisladores, entran en juego otros intereses corporativos de lobby que termina torciendo los votos. Muchos de ellos responden en función de la cantidad de votos que pueden sacar.
En ese sentido afirmó: “Las comisiones de trabajo deben estar lideradas por personas que sepan lo que se discute. Somos profesionales trabajando tranqueras adentro, cuidando el medio ambiente y produciendo alimentos que enviamos al mundo, pero no estamos interviniendo en el lugar de decisión”. Hizo especial hincapié en que esta postura debe mantenerse “aunque se pierda”.
-¿Qué pensás que estará al tope de tu agenda si efectivamente conseguía una banca en el Senado?
-Dentro de mis prioridades esta la educación. Hace un año y medio que estamos sin clases presenciales y sin una política clara en educación. Debe ser prioritaria la inversión a nivel de PBI. Esa educación debe tener un tinte de conocimiento, ciencia y tecnología en el sector del agro. Tenemos que ser profesionales del agro.
Sumó a esa lista la necesidad de mejorar la infraestructura existente, tanto los caminos terrestres para sacar la producción como los fluviales como la Hidrovía.