¿Qué pasará cuando los amagues de mangas de langostas comienzan a volar por los aires, recorriendo cientos de kilómetros por día, atravesando las fronteras de las diferentes provincias? ¿Será un problema de los gobernadores díscolos o simplemente un problema nacional, del cual deberemos ocuparnos entre todos?
Al parecer, como en años anteriores, las nuevas autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ya han zanjado esta discusión tonta, al declarar este martes el estado de alerta fitosanitaria frente a la posibilidad de ataques de langostas esta temporada 2024. Esto coloca al sistema sanitario, tanto nacional como de las provincias y sobre todo del sector productivo, en estado preventivo. Frente a estas amenazas concretas lo mejor es cooperar antes de confrontar a los gritos. La langosta no conoce de peronistas ni libertarios.
La declaración de alerta fue establecida en la Resolución 204/2024 publicada en el Boletín Oficial con la firma del presidente del Senasa, Pablo Cortese, tras una detección temprana de la plaga en varias provincias de Argentina, así como también en Bolivia y Paraguay. La medida, según explicó una gacetilla oficial, “posibilita coordinar con organismos nacionales, las provincias y el sector privado el trabajo en terreno a nivel local para acentuar las medidas de detección y control temprano que impidan o disminuyan el perjuicio de la plaga en cultivos, pastizales y flora nativa, así como también la invasión a centros urbanos”.
El Senasa aclaró que “a la fecha no existen mangas migratorias, pero están dadas las condiciones para que esto ocurra en el corto plazo por lo cual es necesario actuar de forma rápida y eficiente para contener la plaga”.
El coordinador general de Contingencias y Emergencias del Senasa, Héctor Medina, confirmó que el sistema de vigilancia permanente del Senasa detectó un aumento de la plaga en algunas regiones del país como Formosa, Salta, Santiago del Estero y Catamarca, a lo que se suma la existencia de condiciones climáticas predisponentes para el desarrollo de langostas.
La situación es tal que tampoco se descarta la cooperación internacional junto con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag de Bolivia como el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad vegetal de Semillas (Senave) de Paraguay, los que también informaron sobre la presencia de la plaga en sus países.
La situación respecto de la plaga fue analizada en una reunión del Comité Nacional de Crisis, que nuclea a organismos nacionales, provincias y productores, que fue encabezada por el vicepresidente del Senasa, Sergio Robert, donde se decidió avanzar en esta declaración del alerta fitosanitario para facilitar las tareas conjuntas. Estas tareas incluyen la difusión pública con el fin de que quien detecte la presencia del insecto avise al Senasa para poder actuar de inmediato preventivamente. Se puede avisar al WhatsApp del Senasa 1157005704.
Las langostas son plagas migratorias y transfronterizas con una capacidad de dispersión de hasta 150 kilómetros por día y una alta voracidad, lo que determina que tengan un alto impacto económico. Según un análisis del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la producción sujeta a riesgo en la Argentina alcanza los 3.700 millones de dólares.
Tras 60 años sin mayores inconvenientes, desde 2015 (es decir, entre Cristina y Macri) hubo un resurgimiento de la plaga en Sudamérica, provocando la declaración de distintas de emergencias fitosanitarias en Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil.