La pandemia parece ser el nuevo justificativo para cualquier política de gobierno, pero para desgracia de los funcionarios en este caso no aplica porque la situación de crisis en el sector productor de combustibles renovables se viene configurando desde tiempo antes de la aparición del Covid-19. “La industria está en peligro de extinción, los empleados están en su mayoría suspendidos, y de la suspensión al despido hay un paso”, dijo a Bichos de Campo Francisco Jáuregui, director de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB).
Esta semana, el sector productor de biocombustibles intentó mostrar esta situación al enviar un comunicado al ministro de Economía, Martín Guzmán, pero quedó gusto a poco. El incumplimiento del gobierno de lo normado en la Ley 26.093, pensada originalmente con una mirada federal para dinamizar las economías regionales, recae ahora directamente sobre las pymes que producen biodiésel, que ya no saben si podrán tachar otro mes en el calendario. Los trabajadores afectados ascienden a 10 mil y mientras tanto desde las autoridades hay silencio de radio.
El reclamo es simple: actualizar el precio del combustible que se encuentra congelado desde diciembre en 44.000 pesos por tonelada. La Ley de Promoción de los Biocombustibles define que la autoridad de aplicación (el gobierno) deberá publicar las actualizaciones mes a mes, pero esto no se cumple y los productores no pueden cubrir los costos que ya escalaron un 25%.
Desde la CEPREB reclaman volver al esquema de fórmula para definir los precios del biodiésel que se utiliza para cortar al 10% el gasoil (por otro lado, otras empresas producen bioetanol para cortar las naftas al 12%) que había antes del gobierno de Mauricio Macri. Las desinteligencias entre el Estado y este sector productivo se registran desde entonces y nunca llegan a buen puerto. Por eso esta crisis es previa a la crisis sanitaria. El coronavirus no sirve de justificativo.
“La excusa ahora es: Sergio Lanziani (anterior secretario de Energía) se fue y Darío Martínez no asumió todavía, hay que esperar. La realidad es que la pyme no tiene la capacidad de esperar”, dijo frustado Jáuregui. El 100% de la producción se destina al mercado interno y si bien el consumo bajó en los últimos meses, ya muestra señales de recuperación.
Para la CEPREB no cumplir con la publicación del precio conlleva a otros incumplimientos: las plantas quedan paradas porque además el porcentaje de mezcla, que está definido por ley en un 10%, no se respeta. “Si se consume un litro de gasoil mezclamos el 10%. Si se consumen 100 litros mezclamos el 10% de esos 100. Hoy por hoy no se está mezclando nada”, afirmó el director.
La producción de biocombustible tiene un objetivo económico, que es abastecer al mercado interno, y uno sustentable, al evitar el 70% de las emisiones contaminantes por cada litro de biodiesel utilizado. A pesar de esto, la industria de biocombustible pasó a ser una especie en extinción.