El último informe sobre exportaciones del IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) dio cuenta de lo que se está perdiendo la Argentina por tener semi-cerradas sus ventas del alimento al exterior. En volúmenes, se retrocedió fuerte, con más de 30 mil toneladas menos embarcadas por mes. Pero una fortuita recuperación de los precios de la carne en el mercado internacional -del 27%-, permitió atenuar las pérdidas en dinero.
Las ventas de nuestro país ya se habían reducido notablemente en junio. En el mes pasado se repitió la situación por la decisión oficial de limitar las comercialización al 50% de los volúmenes exportados en 2020, dejando solo fuera de esa restricción a las cuotas comprometidas con diferentes mercados (como la Hilton, la 481, la de Estados Unidos, y a las que ahora se sumó un cupo de 3500 toneladas de carne kosher para Israel).
Según ese informe, los embarques de carne vacuna sumaron en julio 36.113 toneladas peso producto, lo que equivale a 51.177 toneladas res con hueso. En el mismo mes del 2020 se lograron despachar casi 80 mil toneladas, según el dato informado oportunamente por el Ministerio de Agricultura.
“Las ventas al exterior de carne bovina se ubicaron en niveles similares a los de junio y resultaron 33,5% inferiores a las de julio del año 2020”, dice el documento del IPCVA. Esta baja se da en un contexto particular, la salida de Argentina recalentó la demanda de China y mejoró los precios, a la vez que también está mejorando la venta de colocación de cortes Hilton.
Por eso, en dinero no se está perdiendo tanto. En julio las ventas al extranjero de este producto generaron un ingreso de 195 millones de dólares. “El precio FOB promedio por tonelada para el periodo en cuestión fue de aproximadamente 9.000 dólares para los cortes enfriados sin hueso y cercano a los 5.200 dólares para los cortes congelados sin hueso. Estos precios han sido 17% superiores a los registrados durante el séptimo mes del año 2020 para los cortes enfriados y resultaron 36,1% superiores a los del julio de 2020 en el caso de los cortes congelados”, se explicó.
China sigue siendo el primer destino de la carne argentina. Este año casi 77% fue a ese país, que en julio pagó 4.000 dólares la tonelada, es decir un 20% más que hace un año. Alemania pagó en julio casi 12.000 dólares por los cortes Hilton, lo que significa un aumento de 24%. También mejoraron de forma significativa los valores de lo que se vende a Estados Unidos e Israel entre otros mercados.
En el acumulado de los siete primeros meses de este año tampoco se nota demasiado el freno a las exportaciones que comenzó a regir a partir del 20 de mayo.
Hasta fines de julio se habían registrado exportaciones de carne en todas sus formas por 334 mil toneladas peso producto, el equivalente a 472 mil toneladas equivalente res con hueso. Esto implica que todavía los embarques de este año superan en 1,7% a los del año pasado. Pero esta tendencia seguramente se revertirá en los próximos meses, si continúa el cepo más allá del 31 de agosto, como estaba previsto originalmente.
Gracias a la mencionada mejora de los precios, a lo largo del periodo enero a julio ingresaron al país divisas por un valor cercano a los 1.455 millones de dólares por exportaciones de carne vacuna.
La demanda mundial, sobre todo la de China, sigue firme pero las autoridades argentinas decidieron dejar pasar otra oportunidad de generar divisas. Para este año se esperaban ventas por casi 1 millón de toneladas lo que hubiera permitido llegar seguramente a un ingreso al menos de 3.000 millones de dólares. Pero los funcionarios prefirieron desechar eso y festejar la llegada de los 4.300 millones que aportó el FMI por la pandemia.
Otor dato interesante del informe es que la exportación representó el 21% de la producción de carne bovina obtenida en julio. A igual época del año pasado la exportación representaban cerca del 28% de la producción.