Las cotizaciones de la soja en el mercado estadounidense de futuros agrícolas CME Group (“Chicago”) muestran que allí la mayor parte de los operadores creen que la tercera edición del régimen del “dólar soja” en la Argentina no tendrá el mismo éxito que las dos primeras versiones.
Los contratos futuros de soja correspondientes al ciclo comercial 2022/23 de EE.UU. cotizaban este miércoles con alzas intradiarias, mientras que las posiciones relativas a la nueva campaña 2023/23 (septiembre de este año en adelante) mostraban bajas.
La razón de tan particular fenómeno es que, si bien Brasil está despachando grandes volúmenes de poroto y harina de soja en la actualidad, el otro gran jugador sudamericano –Argentina– seguirá con problemas para poder originar mercadería en el marco de la crisis económica y cambiaria que afecta al país.
En tanto, los contratos de harina de soja del CME Group mostraban en la jornada de hoy subas más importantes para las posiciones de mayo y julio 2023 respecto de las posteriores a septiembre, mes en el cual comienza la cosecha de soja en EE.UU.
Esta semana el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) finalmente ajustó la cosecha estimada de soja argentina 2022/23 en 27,0 millones de toneladas, cifra equivalente a la última estimación realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Sin embargo, la cifra aún sigue estando por encima de la proyección realizada por la Bolsa de Cereales de Aires, que prevé un “techo” de 25,0 millones de toneladas, mientras que el sector aceitero argentino estima que el número final podría ubicarse en un rango de 22,0 a 23,0 millones. Adicionalmente, debe considerarse que gran parte de la mercadería que está siendo recolectada tiene una elevada proporción de granos dañados por el desastre climático.
Si bien el USDA proyecta que parte de las tensiones generadas por el desastre argentino se solucionarían con un ajuste de la demanda mundial de harina de soja, lo cierto es que, con reservas internas de soja tan ajustadas en EE.UU., ese país no tiene otra alternativa que mantener elevados los precios “spot” del poroto y la harina de soja para así poder lograr un “empalme” con la nueva cosecha sin mayores traumas.