La semana pasada el gobierno finalmente decidió “estatizar” la gestión de la Hidrovía, lo que equivale a decir hacerse cargo del dragado y balizamiento, y sobre todo de cobrar el peaje correspondiente a cada barco que recorre el Río Paraná con productos que se importan y se exportan de la Argentina. Para el agro es un tema crítico porque el 75% de las cargas exportadas por el sector pasa por allí.
Frente a esa decisión, Luis Zubizarreta avisó de entrada que el Estado no está en condiciones de hacer responsable de tamaña tarea: quizás pueda cobrar pero no tiene ni equipo ni personal para asegurar el dragado permanente de esa vía navegable. Zubizarreta es el presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, pero además milita en las filas de la cadena sojera agrupada en ACSOJA y forma parte del staff de una de las principales empresas agroexportadoras.
“Antes de la privatización, en 1995, (al dragado) lo hacía el Estado mal y sin recursos, es decir que se gastaba mucho en algo que nunca estaba bien hecho. Luego se contrató a un privado y se estableció que el que pagaba no era el Estado sino la carga, el flujo. Así se profundizó el río, bajó el flete y se le dio competitividad a todas las cadenas agroindustriales, que aumentaron de 30 a 120 millones de toneladas su producción”, recordó Zubizarreta, que pidió: “Hay que mantener las cosas que hacemos bien”.
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El directivo del sector dijo que el Estado no tiene la infraestructura necesaria para el dragado. “No la tuvo hace 25 años, ahora menos. Por eso creemos que el Estado se va a dar vuelta y va a hacer una licitación para que le coticen un servicio con un peaje, y elegirán al mejor postor por un año lo que es malo porque hay que mover equipos enormes por poco tiempo”, evaluó. Actualmente, el servicio de dragado lo presta Jan de Nul, una empresa belga que integra el consorcio Hidrovías SA, que ganó la licitación en 1995.
Según la nueva normativa, durante el próximo año el Estado debe definir los pliegos y hacer una nueva licitación internacional de largo plazo, para que un privado se haga cargo definitivamente del trabajo. Pero Zubizarreta encuentra en este proceso un problema que consideró clave: el pago del peaje ya no se haría de un privado a otro, es decir de una empresa de buques de carga al concesionario sino al Estado, que haría así de intermediario para luego pagar a la empresa encargada del dragado.
“Hicieron una cláusula que no es buena a nuestro criterio, porque el peaje ahora lo cobrará la Administración General de Puertos, que luego le va a pagar al concesionario. Eso es un rulo innecesario que agrega riesgo a quien compita para ganar la licitación y ese riesgo se llama plata”, explicó el directivo de las agroexportadoras.
Que se lamentó: “La Argentina no tiene buena performance pagadora y cuando vas a venderle algo te cubrís porque sabes que es probable que no te paguen bien y algunos quizás ni siquiera se presenten porque tendrán que cobrarle al Estado Argentino”. En definitiva, el temor es que ese mayor riesgo en la cobrabilidad se traslade finalmente a las tarifas.
El presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales dijo, en este sentido, que habría que “preservar el esquema anterior, que el peaje se cobre directamente del usuario, para que al final el peaje sea lo más bajo posible y que la hidrovía sea lo más eficiente posible. Eso nos da competitividad. Si el peaje es alto es como darle un hándicap a los competidores de otros países porque somos un país alejado de los mercados”, añadió Zubizarreta.
Hidrovía: La Administración General de Puertos tuvo que crear un nuevo marco normativo a la apuradas
El ejecutivo insistió que no es necesario la intervención en el cobro del peaje de parte del Estado porque ya tiene todas las herramientas necesarias para el control de lo que sucede en el Río Paraná. “En el contrato actual está claro cuánto se cobra, hay control de cada barco y cuánto carga, no se escapa nada”, indicó.
Con la decisión tomada, ahora le sector agrícola pretende incidir en la nueva licitación. “Deberíamos trabajar para que en los pliegos generen la mejor obra posible para mantener la senda de crecimiento de la mano de la competitividad”, explicó Zubizarreta.