Cuando el Gobierno anunció la suspensión por seis meses de la baja de las retenciones para la harina y el aceite de soja, los exportadores de cereales nucleados en CIARA- CEC (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales) pegaron el grito en el cielo y pidieron audiencia con Macri, la cual les fue rápidamente concedida para este martes.
“La reunión de este martes puede ser conclusiva en términos de poder expresar nuestra posición, y los efectos que nosotros consideramos que puede acarrear este tipo de medidas. Debemos tratar la forma de revertirlas”, dijo a Bichos de Campo Gustavo Idígoras, presidente de CIARA- CEC.
De modo que las retenciones del aceite y la harina de soja quedarán durante 6 meses al 23%. La suspensión encendió el alerta en el sector industrial, que tiene un diferencial del 3% para favorecer el procesamiento de la materia prima.
El directivo expresó el porqué de la preocupación por la industria exportadora al respecto de la medida: “Argentina es el principal exportador mundial de harina y aceite de soja y el tercer exportador del poroto de soja. El resto del mundo nunca quiso que Argentina vendiera biodiésel, aceite y harina, sino que vendiera únicamente el poroto”.
Escuchá el reportaje completo a Gustavo Idígoras:
Idígoras explicó que “el único beneficio que se buscaba con ese diferencial de 3% era buscar una respuesta al proteccionismo comercial y a los subsidios que tiene el mundo. La India, que es nuestro principal comprador de aceite, tiene un derecho de importación del 45%, y China, que tiene derechos de importación para la harina y el aceite, no nos habilita las plantas. El 3% nos daba ese margen para procesar la soja del país. Pero al desaparecer, es probable que primaricemos la economía y la exportación”.
El presidente de CIARA- CEC agregó que “el diferencial del 3% anualizaba la compra de soja y le permitía al productor vender soja de acuerdo a las mejores condiciones que pudiera alcanzar. Al desaparecer esa posibilidad, la venta que se hace entre fines de marzo, abril, mayo y junio será estacional, tal como sucede en Paraguay y Uruguay; por ende esto generará disparidad y caída de precios durante el año y esto afectará a toda la cadena”.
Idígoras resaltó que “la exportación comprará de acuerdo a la demanda y ahi esta el último punto a tener en cuenta: hay 50 mercados que comprar harina y aceite, mientras que hay un sólo comprador del poroto de soja que es China, la cual compra de acuerdo a precio y calidad de acuerdo a sus estándares. De modo que si Argentina no logra cumplir con esa calidad en la próxima cosecha, no tendremos otro mercado de poroto de soja”.
Los exportadores no solo objetan la suspensión de la baja de retenciones para estos subproductos, sino también la eliminación del diferencial que se producirá cuando se junten las retenciones del grano y los subproductos, en febrero próximo. Para las cerealeras, ese diferencial era clave para el agregado de valor en el país.