¿Y si un ganadero pudiera adelantar el servicio de sus vacas para sincronizar el celo mediante estimulación hormonal, acelerando el proceso de monta natural, acortando los ciclos y ganándole unos 20 días al post parto? El laboratorio argentino Agropharma acaba de presentar una tecnología que permitiría hacerlo y estaría disponible a partir de abril de 2020. La presentó asegurando que en la cría bovina la verdadera ganancia está en el tiempo.
Agropharma ofrece “soluciones integrales” en materia de producción animal, que también exporta a casi toda Latinoamérica. En una jornada realizada esta semana presentó su Plataforma de Liberación Inteligente (PLI), un medicamento que, en forma de inyectable, permite “mejorar la reproducción y la sincronización de la ciclicidad bovina”, con el objetivo de conseguir mayores índices de preñez.
“Se está trabajando hace muchos años en esta tecnología, y como toda investigación, empieza por algo básico y luego se amplían las posibilidades de aplicación. En este caso, lo novedoso es que tenemos donde aplicarlo. Es un producto inyectable, multidosis y perfectamente fluido, con el que pretendemos introducir una innovación en la parte reproductiva de los animales, y en este caso, el costo beneficio es evidente, ya que el productor podrá manejar la ciclicidad de sus animales; si logra esto, podrá manejar el momento de la gestación. Controlado esto, podrá manejar el momento de la parición, y si eso también es controlado, podrá manejar a su vez el destete”, explicó en diálogo con Bichos de Campo Juan Carlos Capece, director técnico de Agropharma.
La inquietud de quienes trabajan en la empresa es que, mientras países como Canadá o Nueva Zelanda obtienen 93% y 80% de destete, Argentina sólo consigue el 61%, y esto conlleva un retraso en el logro de más animales. Conseguir un ternero por vaca por año se vuelva un desafío complicado.
“Con este desarrollo no sólo tenemos la posibilidad de obtener un mayor porcentaje de fertilidad, sino de lograr un ordenamiento en ese período de servicio que normalmente se da en tres meses. Es ahí que hablamos de cabeza, medio y cola de parición. Como todos los terneros de la cola de parición son más livianos, acá la estrategia es traer esa cola a la cabeza, y así el ternero nacerá antes, comerá antes y obtendrá mayor peso al destete”, explicó Capece.
Escuchá el reportaje completo realizado a Juan Carlos Capece:
Juan Colman, director de Investigación y Desarrollo de Agropharma, declaró que “estamos desperdiciando la vida de la vaca en cuanto a su eficiencia. Hoy ese intervalo de parición está más allá de un año en términos estadísticos, ya que habrá establecimientos que quizás lo tengan más acotado, pero nuestro objetivo es llevar ese intervalo de parición dentro del año, es decir, un ternero por vaca por año. Si esto se logra, es perfecto”.
Según Colman, “se pueden preñar desde vaquillonas pre púberes a vacas de 14 a 15 meses que son sometidas a un tratamiento hormonal, pero hay que atender la dosis a la que son sometidas, y esto acompañado de un tratamiento adecuado de recuperación del animal, de alimentación y sanidad. Nada de eso debe dejarse de lado porque no haciendo eso y aplicando sólo este producto hará que vayamos al fracaso absoluto”.
Capece consideró que “en un un sistema controlado, podríamos llegar a hacer que la vaca gane un mes cada año, y a los 10 años habremos ganado una parición. Es teórico esto, pero al menos ya es fundamental lograr un ternero por vaca por año. Para eso hay que tener buenos campos, buen manejo y buena reproducción. Y si a eso le sumamos este sistema que estamos proponiendo de aceleración del arranque de la ciclicidad, no sólo en vaquillonas sino en el anestro (periodo desde que la vaca pare hasta que vuelve a estar en condiciones de ser servidas por los toros) los resultados serán mejores”.
“Cada parada fisiológica de la vaca es de unos 30 días luego de un parto, y está bien que así sea. La vaca debe parar para reconstruirse, y 30 días es lo menos que debemos darle de tiempo, pero lo que no podemos hacer es que ese ciclo se estire a 120 días, porque ahí sí habremos perdido tres meses. Si hay vacas que luego de su parto entran a ciclar, vamos a hacer que con esta tecnología, ciclen antes. Y ahí es donde se produce el ahorro”, remarcó Capece.
Fernando Vilella, profesor a cargo de la Cátedra de Agronegocios de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), fue invitado a la presentación y planteó que “con el uso de este primer hormonal se pueden ganar hasta 15 dólares extra por madre, más un ternero adicional cada 5 años. Y si esta práctica se traduce en carne, el rodeo general podría ganar unas 155 mil toneladas adicionales de carne para exportación, lo que expresado en dinero representa 550 millones de dólares”.
Vilella trazó un escenario de consumo mundial de proteínas animales, y aseguró que “nunca hubo mejor momento para vender carne que hoy. Hay una tendencia de largo plazo de incremento del consumo reforzada por la fiebre porcina africana con múltiples impactos. Y en este contexto, Argentina está limitada sólo por la oferta exportadora”.
El producto inyectable, que comenzó a ser investigado desde 2008, saldría al mercado en marzo o abril de 2020. La tecnología de Liberación Controlada está empezando a usarse en otros países que tienen buena producción de carne y es aplicable a muchas otras alternativas; por ejemplo, se puede hacer liberación controlada de antibióticos e inclusive de vacunas.