La plaga de langostas que azota a las provincias del NEA, norte de Santa Fe y también Entre Ríos es de una magnitud considerable y preocupa a todos los productores agropecuarios de la zona por la merma es sus cultivos, pasturas y pastizales que perjudicarán la producción. Se considera que cada manga -agrupamiento- son capaces de consumir una cantidad de cultivos equivalentes al alimento que necesitan 2.500 personas en un día.
La primera manga de langostas entró el 21 de mayo a Formosa desde Paraguay, luego de estar unos días volvieron al país vecino y reingresaron el 28 de mayo por el departamento de Pilagás (este de Formosa). Ya recorrieron Chaco, Santa Fe y Corrientes y se encuentran en las cercanías de la provincia de Entre Ríos.
La manga detectada es la denominada langosta migratoria sudamericana (Schistocerca cancellata), es una plaga voraz que amenaza a los cultivos, campos de pastoreo y montes naturales de distintos sectores productivos y, en este caso, podría afectar el trigo, las avenas y pasturas para animales.
La única vía de control es la aplicación aérea con productos autorizados por Senasa y en las cantidades correctas. Es por eso que Fearca (la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas) se encuentra al momento trabajando a disposición de las autoridades nacionales de Senasa.
Y lo primero que deben entender es cómo se comporta la plaga en el terreno. “Las langostas se asientan de noche en grandes cantidades, en poco volumen de hectáreas, en un radio de entre 5 a 25 ha.”, contó el aeroaplicador Guido Kindwerley.
El trabajo debe realizarse antes de que salga el sol, cuando la langosta está asentanda, porque luego se mueven y se dificulta mucho la precisión de la aplicación.
“Hay que organizarse para hacer el tratamiento lo más temprano posible, dejar el avión a full de combustible a la noche para salir antes de que aclare, llegar a un horario que no se muevan porque cuando se mueven ya no hay más oportunidad”, aseguró Kindwerley.