Las instituciones de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo político sobre el régimen de Indicaciones Geográficas protegidas (IGP) y otros sistemas de calidad. Por eso redoblarán su ofensiva para reforzar la protección de sus alimentos más identitarios, como el champagne o el roquefort, para “salvaguardar el patrimonio gastronómico europeo”.
El nuevo acuerdo permitirá “fortalecer la protección de los alimentos de calidad, mejorar la retribución de los productores europeos y reforzar el liderazgo alimentario de la UE”, según anunció el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
España maneja la presidencia del Consejo de la UE hasta el 31 de diciembre. Entre sus prioridades figuraba llegar a un acuerdo sobre la modificación del reglamento sobre las indicaciones geográficas protegidas. Actualmente son 3.626 productos alimentarios originados en el viejo continente. Su valor económico se calcula en 80.000 millones de euros.
“El reconocimiento y respeto internacional de estos productos en los acuerdos comerciales (…) es absolutamente fundamental”, añadió Planas. El Mercosur y la Unión Europea tienen pendientes las negociaciones finales para ver si cierran un acuerdo de libre comercio, que incluye este capítulo muy especialmente entre las exigencias europeas.
Europa tiene tres formas para cuidar este patrimonio: Las denominaciones de origen protegidas (DOP), las indicaciones geográficas protegidas (IGP) y las especialidades tradicionales garantizadas. Hay tres países que pican en punta con más número de protecciones. Son Italia con 883, Francia con 759 y España con 372.
El nuevo acuerdo político logrado entre el Parlamento y el Consejo, con la colaboración de la Comisión Europea, se alcanzó después de un año y medio de negociaciones. “El acuerdo ayudará a aumentar la aceptación de las IG en toda Europa, reforzará su protección, especialmente en línea, y contribuirá a mantener la excelente reputación de los productos europeos en los mercados globales”, dijo el ministro español.
Las reglas revisadas mejorará el sistema existente con un procedimiento de registro simplificado y más eficiente, lo que reducirá el tiempo de espera entre la solicitud y el registro real de la indicación geográfica. La protección se podrá tramita on line y se dará más peso a los grupos de productores. Además los Estados miembros podrán designar grupos de productores reconocidos con mayores poderes y responsabilidades.
En el caso de los productos agrícolas y los vinos, los grupos de productores podrán acordar prácticas de sostenibilidad que vayan más allá de las normas nacionales o de la Unión Europea, precisó el Consejo en un comunicado reproducido por la agencia EFE.
Además se prevé la inclusión en el reglamento de determinadas disposiciones relacionadas con el vino que actualmente están cubiertas por el reglamento de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Una vez finalizado, el texto se presentará a los representantes de los Estados miembros en el Comité Especial de Agricultura (CEA) para su aprobación. Tras una revisión jurídica y lingüística, el reglamento deberá ser adoptado formalmente por el Parlamento y el Consejo antes de que pueda publicarse en el Diario Oficial de la UE y entrar en vigor.