Pocos recuerdan en la Argentina que casi todas las actividades agropecuarias están desreguladas por completo desde 1992, cuando Domingo Cavallo impuso estas reformas en toda la economía y eliminó las juntas de granos y carnes. Ninguna actividad productiva (más allá de las erráticas intervenciones del kirchnerismo sobre diversos mercados) logró revertir esta situación, a excepción de la yerbatera. Fue luego de un extenso tractorazo protagonizado por los colonos misioneros hace ya 20 años, en 2002.
Aquella protesta dio origen a una ley específica que determinó la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mater (INYM), un organismo mixto que desde entonces interviene con más o menor suerte en la fijación de precios justos para el productor y que desde el 2021 además se arrogó el derecho de poner límites a las nuevas plantaciones de la infusión, aunque ese es un tema que está siendo discutido en la justicia.
En las últimas horas, el INYM festejó el 20° aniversario de esta decisión. El actual presidente, Juan José Szychowski, puso en valor aquella movilización que encabezaron los pequeños productores dando origen a la Institución. Reivindicó como líneas de acción actuales las mismas que hace 20 años esas mujeres y hombres de la chacra levantaron como banderas.
“Es una verdadera emoción porque el INYM fue posible gracias a la lucha de los productores”, dijo Szychowski el pasado viernes, al hablar ante los agricultores en el Centro Cultural Vicente Cidade, en Posadas, en la jornada que cerró la Semana de la Yerba Mate. La actividad fue organizada por la Universidad Nacional de Misiones para recordar los tractorazos del 2001 y 2002.
“Traer la memoria es traer el presente. Y si vemos los ideales del pasado y el presente, podemos proyectar y caminar. La historia nos marca el futuro y el compromiso con la actividad. Sentimos que tenemos un gran apoyo, no vamos a torcer el brazo, vamos a seguir el rumbo firme de la Ley (25.564, de creación del INYM) y de los ideales”, ratificó Szychowski.
Y agregó: “Día a día nos enfrentamos con un modelo que se quiere quedar con toda la riqueza del sector y (en defensa de) otro modelo donde a todos nos vaya bien, con lo que nos corresponde, con un precio justo, por la dignidad y trabajando en nuestras chacras”.
En un informe sobre ese acto, el INYM recordó que el 29 de mayo de 2001 un grupo de productores se concentró en el Cruce Karaben, sobre la ruta nacional 14, y marcharon con sus tractores hacia el centro de la ciudad de Oberá. Así nació el primer tractorazo. Se sumaron adhesiones de vecinos, comerciantes y trabajadores de diversos sectores. Se organizó una movilización hacia Posadas, que se concretó a principios de junio de 2001, en este caso movilizados también desde el norte y el sur de la provincia.
Los productores permanecieron 17 días en la plaza 9 de Julio, en cuyo transcurso obtuvieron el compromiso de un mejor precio para la materia prima, un subsidio a la actividad y una Ley Yerbatera.
En aquel momento se pedían por kilo de hoja verde unos 16 centavos de peso/dólar (todavía regía la convertibilidad). Hoy el INYM fijo el valor de la yerba mate en casi 47 pesos para el productor.
El 21 de febrero del 2002, el Congreso de la Nación sancionó la Ley 25.564 a través de la cual se creó el INYM. Las mejoras demoran en llegar y entonces los trabajadores de las chacras decidieron retomar las protestas, protagonizando el segundo tractorazo. Volviendo a ocupar el centro posadeño, donde estuvieron por 53 días, hasta que el Gobierno de la Nación firmó el decreto reglamentario y el 19 de julio se realizó la primera reunión formal de Directorio del INYM.
La Semana de la Yerba Mate (23 al 27 de mayo de 2022) reunió fotografías, archivos y charlas en torno a aquella gesta agraria. En el Vicente Cidade estuvieron presentes los protagonistas, quienes compartieron la causa, la memoria histórica, y evaluaron el presente, marcando la necesidad de atender aspectos vinculados con la recuperación de los bienes naturales y destacando medidas que ha tomado el INYM, como la Resolución 170 orientada a ordenar las plantaciones de yerba mate, en pos de un equilibrio socio económico y con ello evitar una nueva crisis como la ocurrida a principio del 2000.
Entre los agrarios que formaron parte de los tractorazos y de la redacción y sanción de la Ley 25.564, el viernes estuvieron Hugo Sand, Enrique Kuszko, Juan Tarasiuk, Carlos Ortt, Jorge Haddad, Julio Petterson, Jonas Petterson, Nelson Dalcolmo, Claudio Marcelo Hacklander (los tres últimos, actuales directores por la Producción en el INYM), Néstor Mato, Bety Yabloski, Elsa Pawluk, Carlos Gans, Mirta Pires, Luis Mancini, Argentino Almeida, Ismael Krasowski, Ivan Sand, Oscar Siruk, Mirta Pires. Además, los dirigentes sociales Federico Padolsky, Felipe Mazacote, Victor Rosenfelt, entre otros.
También estuvo presente Ricardo Maciel, vicepresidente del INYM, y fueron recordados Fernando Finke (productor de Oberá que tuvo la idea de mover los tractores), Celia Floria Báez, Héctor Petterson, Mario Petterson, quienes no pudieron asistir a la charla.
Momentos especiales se vivieron al ser homenajeados, en los discursos y con un minuto de silencio, quienes ya no están presentes físicamente: Andrés Haddad, Nélida Beatriz Wojtowicz (quien junto a Nidia Chamula paró el primer camión en la ruta 14), Carlos Hut, Martín Tonn, Carlos Minoura, Andrés Zadorozne, Carlos Buls, Carlos Felch, Cacho Koch, Daniel Hatward, Ernesto Hartwig, Pedro Angeloni, Evaldo Grundwuald, Jaime Koch, Jhandir Barella, Lindolfo Beker, Mario Barella, Pablo Chamula, Anatolio Pruzinski, Martín Pauluk, Beto Hein, Lidia Bilinski, Adelino Kelm, entre muchos otros.
La jornada culminó con la cálida presencia del artista Joselo Schuap, quien allá por el 2001 y 2002 apoyó decididamente la movilización de los productores y en cuyo seno se inspiró y compuso la canción Tractor Opaco, tema que, guitarra en mano, dedicó personalmente a quienes estuvieron el viernes en el Vicente Cidade. Este es el tema: