“Acá tenemos un drama de tres campañas continuas con sequía intensa”, dijo Leonardo Punos, un productor de Las Garcitas, al norte del Chaco. En otras zonas de esa misma provincia muchos productores también enfrentan esta situación que califican de “calamitosa y sin precedentes”. Tanto que se estima que los cultivos de soja, sorgo, maíz y algodón se perderán en 90%. En este contexto, advierten que muchos productores se verán obligados abandonar su actividad y otros quedarán totalmente endeudados.
Rubén Méndula es un agrónomo y productor de la zona de Charata y Sachayoj, que históricamente ha sembrado unas 4000 hectáreas de soja. Sin embargo, está seguro que apenas podrá cosechar unas parcelas.
Mientras tanto, en la localidad de La Florida, en la zona de Castelli, Nanci Ceschan, productora algodonera de toda la vida, se atreve a afirmar que en esta oportunidad “están liquidados”.
Si bien la sequia ha sido una constante en los últimos tiempos, el golpe mortal a esta campaña lo propició la reciente ola de calor y el brote de chicharrita, que viene afectando con intensidad las plantaciones de maíz en diferentes zonas de país.
“Tendremos pérdidas entre el 90 y el 100% en los campos. El panorama es complejo. Hay productores que tal vez puedan afrontar una campaña más. Pero los productores medianos y chicos no van a poder continuar. Por eso estamos gestionando con el gobernador la forma de seguir trabajando, ya sea con un financiamiento a largo plazo, una tasa subsidiada o bien sea un año de gracia para que se pueda empezar a mover todo”, dijo a Bichos de Campo Leandro Punos. Este pequeño productor, que trabaja junto a su padre, lamenta de antemano la pérdida principalmente de 400 hectáreas de maíz, de las 1.000 que también implantan con otros cultivos.
“A nosotros no nos sirve de nada que se declare la emergencia si no tenemos después como seguir”, reiteró el ingeniero agrónomo. “Así no podremos pagar los insumos y mucho menos mantener empleados. Junto a otros productores estamos tratando de que también se frenen determinados embargos de personas que están con un nivel de deuda importante porque y venimos de tres campañas complicadas”, refirió.
En el caso de Méndula, que también tiene plantaciones de soja en Santiago del Estero, otra zona afectada por la falta de lluvias, dijo que en 25 años de actividad esta es “la seca más grande que ha visto”. Incluso prevé que en muchos de los lotes la cosecha será nula.
“Nosotros empezamos a cosechar como temprano a fin de abril y estamos hoy, 20 o 30 días antes, ya pasando la máquina en algunos lotes, levantando sojilla, y es angustioso. También tenemos el otro problema de la chicharrita en todos los maíces que más o menos prosperaron, o se salvaron de la seca, los agarró la chicharrita, y no vamos cosechar una espiga”.
Según Méndula, muchos productores todavía creen que solo se va a perder un porcentaje del maíz. Sin embargo por sus conocimiento como agrónomo asegura que “muchos de los lotes que hoy están todavía parados, no tienen la mazorca y no van a prosperar”.
-¿En su caso, aproximadamente cual sería la pérdida de su campo?- le preguntamos
-Yo hago maíz y soja. Siembro aproximadamente 4.000 hectáreas y llevo registros promedio de soja de 2.600 kilos, más o menos. En maíces ando en 6.500 kilos de promedio y este año no voy a cosechar nada. No voy a pagar los costos de los insumos, porque obviamente uno no siembra con la plata de uno, sino que estamos financiados entre un 20% y 30%, en mi caso me financio mucho más. Pero todos los campos son alquilados y son contratos entre particulares. Imaginá en el lío en que nos pusimos.
En este sentido, el productor señaló que “de 4.000 hectáreas debo tener quizás un lote que voy a sacar porque llovió, porque hay que aclarar una cosa: la seca no es que arrasó una zona grande que va de un lado hasta el otro. En el medio de esa gran zona que se arruinó todo, tenés parcelas entre las 100 y 700 hectáreas que a lo mejor le tocó un chaparrón y se va a sacar 1.000 o 2.000 kilos, con suerte. Pero la gran mayoría de los productores les vamos a hacer cero”.
Luego agregó: “Estamos acostumbrados a una mala cosecha de hasta 1.300 kilos, me ha tocado, ero con eso algo pagabas el alquiler o pagabas un poco y refinanciabas otro poco. Este año va a ser muy crítico, alguien va a tener que tomar cartas en el asunto”, exigió.
Por otra parte, la algodonera Nanci Ceschan se muestra desesperanzada ante la posibilidad de una solución gubernamental, para mitigar los efectos negativos de esta sequía. Con alrededor de 120 millones de pesos invertidos en el campo y con muy bajas probabilidades de recuperarlos, lamenta la su situación y la de muchos de sus vecino, que no podrán cosechar nada.
“Nosotros el año pasado hicimos mucho algodón y sacamos 700 toneladas. Se sembró 350 hectáreas este año también, pero hay lotes que quizás ni vamos a cosechar. Está feo, se cosechará por manchones porque en realidad el algodón alto no hizo bocha, se quemó todo. Hizo casi 50 grados de calor era imposible. Este año nos metimos a sembrar muchos campos y realmente falló todo, porque con la cosecha no se si vamos a pagar los insumos, la semilla, no se qué vamos a hacer”, dijo a este medio la productora.
Nanci, a pesas de estar en otra zona, piensa igual que Leonardo. Para ambos decretar la emergencia agropecuaria no cambiaría mucho las cosas. La productora ya viene padeciendo por muchos años las promesas incumplidas. Por eso cree que la solución está en bajar o eliminar retenciones.
“Tendrían que sacar las retenciones. Eso nos está matando, el Estado nos lleva entre el 50 y 60% de lo que producimos, nosotros quedamos con el 40%, ¿dónde se vio eso? No tienen a quien sacar y le van a sacar al productor, siempre fue así. La verdad que no tengo esperanzas porque el Chaco no tienen plata, los gobernadores no tienen plata y Milei también te dice no hay plata. Quizás conseguirán un crédito de afuera para ayudar a los productores, no lo se. La realidad es que casi nunca ayudan a los productores, muy poquito”, terminó diciendo.