El “empacho” de ventas de soja promovido por el régimen especial denominado “dólar soja” está ahora dando paso a una creciente preocupación entre los originadores de mercadería de empresas exportadoras e industrias aceiteras.
Si bien no existen urgencias por originar soja en lo inmediato, la realidad es que si la actual “sequía comercial” se mantiene vigente por tiempo indefinido sí se encenderán las luces de alarma en el ámbito de la demanda.
La mayor parte de los productores están por demás cautos al momento de cerrar ventas de granos en general ante el preocupante panorama climático presente en muchas de las principales regiones agrícolas argentinas.
Ya sea que se encuentren o no en zonas afectadas por déficits hídricos, la realidad es que, si la cosecha de soja de primera llegase a fracasar, los empresarios agrícolas entienden que los precios de la oleaginosa tenderán a subir sin “techo” hasta el ingreso de la oferta de soja de segunda, que recién –si el clima acompaña– entraría en escena recién hacia mediados de 2023.
En tal contexto, esperar resulta mucho más aconsejable que apurarse a concretar ventas de soja, especialmente si el panorama cambiario no luce muy alentador con un tipo de cambio “tranquilo” a costa de frenar casi por completa las importaciones de bienes, piezas, insumos y maquinarias.
No es casual que, en tal situación, los precios de la soja argentina hoy lunes hayan subido a contramano de la tendencia bajista registrada en EE.UU., donde el valor del contrato Soja Noviembre 2022 CME Group terminó en 529,1 u$s/tonelada con una caída intradiaria de 4,2 u$s/tonelada.
En tanto, el contrato “mellizo” en la Argentina, la Soja Rosario Noviembre 2022 Matba Rofex, finalizó este lunes en 414,0 u$s/tonelada con un alza intradiaria de 2,0 u$s/tonelada.