En estas páginas venimos relatando el periplo que realizan los envases vacíos de fitosanitarios, especialmente en la provincia de Mendoza, desde el momento exacto en que termina la aplicación de los agroquímicos en el campo, hasta que son reciclados.
Debería ser un camino virtuoso que los bidones tienen que transitar, y a pesar de muchos esfuerzos de los productores, las asociaciones como CampoLimpio, las provincias, sus regulaciones, y de contar con una Ley Nacional que estipula presupuestos mínimos para regular y gestionar este recorrido, hay un mercado clandestino que hace que de esos bidones vacíos un riesgo.
Incluso ya desterrando las prácticas de enterrado o incinerado de esos bidones, que para muchos productores ese era la solución a su problema, o al menos apilarlos en rincones de los campos.
Sin embargo, como hay un sendero virtuoso, y los envases vacíos se reciclan, pueden volver a tener una utilidad incluso en los campos donde se aplicaron los agroquímicos que algún día contuvieron.
Luego de un proceso largo, preciso y seguro, el plástico del bidón llega a manos de emprendedores como Carlos Arce y sus socios, que en la zona de Junín, en Mendoza, recicla y recupera plástico y le da una nueva vida. Vida que a partir de ahora es en forma de “madera plástica”, tiene utilidades en infraestructura como postes de alambrado, y parte de su composición es de bidones.
Bichos de Campo visitó el emprendimiento de Carlos, como parte de la recorrida de la ruta de bidón. Y en plena visita nos muestra un trozo de poste que parece madera, pero no es madera: “Eso es 100% plástico y 100% plástico reciclado, que no es un dato menor”, dice Arce a los micrófonos de este medio.
“El 100% de lo que ves acá, son toneladas de plástico transformadas en un producto, que hay en este momento para todo lo que es la industria vitivinícola, principalmente de acá, de Mendoza y ganadera también en el resto del país”, enumera el emprendedor, a la vez que nos cuenta que eso que el produce tranquilamente puede reemplazar un poste en cualquier lugar, “Con todas las características. Hemos hecho pruebas y ensayos que pueden llegar a tener una vida útil superior a los 100 años, con lo cual ahí hay un diferencial más que importante para el productor que nos pueda llegar a comprar este producto, cuidando principalmente el ambiente y dándole una transformación, un residuo que realmente es importante para poder darle una transformación”.
Es decir que el productor aplica el agroquímico, y luego de un proceso que venimos narrando en Bichos de Campo, ese envase sirvió de materia prima para elaborar productos que los productores llevan al campo, pero como “madera plástica”.
Como dijimos, esos plásticos no pueden estar en productos de contacto humano permanente, entonces es importante la trazabilidad de esos bidones, para que no terminen en un juguete, o utensilio de comidas. “La circularidad, transformación y trazabilidad principalmente que se le da al envase fitosanitario, es devolver desde el origen, por ejemplo, que es todo lo que es agrícola, ganadero, el uso vitivinícola y frutihortícola”.
A su vez, Arce detalla el proceso que se puede realizar con un plástico común, también llamado de “un solo uso”, y el de los bidones, de altísima calidad. “Ese plástico de un solo uso no tiene otra oportunidad más que ser tirado por el multi laminado que tiene, y las características con las que se elaboran, con lo cual a ese plástico nosotros le damos una oportunidad en la transformación de cosas que reemplazan a la madera. Hoy podés tener mobiliario urbano, bancos, mesas, sillas, estructuras, paradas de colectivo”.
Mirá la entrevista completa con Carlos Arce:
-Hay un montón de movimiento social, humano y económico para rescatar ese primer plástico que es el cotidiano.
-La verdad que nos planteamos muchísimo en todo lo que es las cooperativas de recuperadores urbano que hay, donde creo que se inicia y se incentiva que el trabajo que nosotros hacemos desde nuestra casa, en separar para que a ellos les llegue ya como una oportunidad de un material que nosotros le compramos, y que después transformamos acá en Junín Punto Limpio, en colaboración con el municipio y cooperativa de recuperadores urbanos, en lo que es hoy un producto que es un bien de uso, reemplazando la madera básicamente.
-Porque ese plástico de uso cotidiano no se mezcla entonces en el proceso ni en el producto final con el de los bidones de agroquímicos que tienen una trazabilidad diferente.
-La trazabilidad del envase fitosanitario es muy sencilla. La verdad es que al mismo tiempo debe ser muy sencilla, es real, con lo cual es un proceso en el cual se nos entrega ese tipo de plástico. Tiene un loteo por llamarlo de alguna manera, en kilos, en el cual nosotros lo utilizamos única y exclusivamente en lo que son los postes, y es ahí donde con el resto de los materiales que nosotros disponemos acá de un solo uso, hacemos una mezcla equilibrada en la cual logramos un poste muy robusto, muy resistente y de muy larga durabilidad.
-Asegurar que sea un producto de plástico finalmente, pero que no esté en contacto permanente por si quedó algún rastro del agroquímicos que resistió el triple lavado. De asegurar que no sea algo que los bebés se lleven a la boca por ejemplo.
– Eso principalmente por una cuestión de trazabilidad, va a los postes. Pero nosotros hemos hecho una investigación, porque estamos tratando de que se utilice todo lo que es en cultivo orgánico. A través del INTI hemos buscado darle un informe donde nos documente qué es lo que arroja una vez que ya está en el producto, y la verdad es que no es cuantificable nada de lo que hemos hecho nosotros con el envase fitosanitario. La verdad que el trabajo que se está haciendo a través de Campolimpio nos da la certeza de que el producto llega en las condiciones necesarias para que nosotros, al transformarlo en postes, después de un estudio hecho por el INTI, no le sirve a nada a la tierra, más allá de que tuvo en algún momento un fitosanitario.
-Podría incluso usarse en planteos orgánicos.
-Esa es la idea. Ese es el objetivo. Es por eso el objetivo que hemos planteado de hacer esos estudios, y precisamente para para terminar el circuito del trabajo que se está haciendo genuinamente a través de y en campo limpio y transformándolo en un producto. Nos propusimos buscar una alternativa al reemplazo de la madera que tanto se utiliza principalmente en todo lo que es el cultivo vitivinícola.
-Bueno, los parrales ya no se usan tanto, pero las espaldera también llevan madera. Si tenés que poner una malla antigranizo, necesitas una estructura de madera. Tenés un montón de cosas para reemplazar.
– Se ocupan unos 5 millones de palos de madera anualmente, con lo cual ahí creo que es una importante oportunidad para transformar mucha cantidad de residuo plástico en producto que puede llegar a disminuir el uso indiscriminado de postes de madera. Con este producto que la reemplaza tenés la posibilidad de aprovechar algo que tiene una durabilidad hasta diez veces más extensa con respecto a la vida útil de la madera en el uso cotidiano de la vitivinicultura.
Ya empezaron a enroscar la víbora, como el fakir… Ayer dijo que hoy a primera hora haría importantes anuncios, pero lo único que anuncio o anunciará es el aumento de los impuestos, contradiciendo diametralmente las promesas de la campaña electoral. Y los “importantes anuncios los pasaron para el miércoles… Posiblemente para ver qué improvisan en estos dos o tres días… Mientras tanto la creatividad solo les dió para hacer un mangazo a las empresas petroleras, sin resultado, a cambio de la liberación del precio de los combustibles, como si eso no fuera traslada le a los costos. De producir, nada, salvó disgustos!!!
Me interesan los postes de madera de plastico
Muy interesantes estos postes