El ministro de Agroindustria de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, firmó este martes una resolución que establece una serie de pautas para la aplicación de fitosanitarios en los municipios bonaerenses en los que se realiza actividad agropecuaria, que son la inmensa mayoría. Entre esas pautas se destaca la necesidad de definir distancias precautorias variables en torno a escuelas y zonas pobladas, aplicar buenas prácticas agrícolas (BPA) y contratar obligatoriamente a un profesional que supervise todo el proceso.
La medida entrará en vigencia el 1° de enero e intentará unificar los criterios utilizados por los intendentes y concejales para legislar en materia de agroquímicos. Sucede que en la principal provincia argentina pasa lo mismo que en el resto del país: existe una creciente presión social frente a las aplicaciones con agroquímicos y la política reacciona de diferente modo en cada lugar. Por eso, las recetas son muy dispares. Hay desde municipios que prohíben por completo cierto tipo de fumigaciones y otros que, con más mesura y moderación, establecen distancias que no dejan tanta tierra inutilizable para los productores.
“Es la primera vez que desde la provincia se elabora una norma de estas características que apunta tanto a cuidar la salud de la población, el medio ambiente, la seguridad alimentaria y al mismo tiempo a mantener las actividades productivas a través de la sustentabilidad, con fuerte foco en las buenas prácticas agropecuarias”, explicó Sarquís.
La resolución establece una serie de medidas que se deben adoptar en las denominadas zonas de amortiguamiento definidas por cada municipio, tales como lotes en áreas urbanas, zona residencial extraurbana y áreas de población dispersa; márgenes de cursos de agua o cuerpos de agua y zonas de bombeo; establecimientos educativos; áreas de esparcimiento y reservas naturales.
Para esas zonas, se determina que las aplicaciones deberán considerar características intrínsecas del producto a utilizar, tales como toxicidad y tensión de vapor. Además será obligatoria la regulación del equipo y la evaluación de las condiciones meteorológicas antes y durante la aplicación, para evitar la deriva del producto químico.
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Además, en la Provincia se deberá contratarse un profesional que determine las previsiones a tener en cuenta antes, durante y después de la utilización de fitosanitarios.
La norma también establece que la aplicación de fitosanitarios dentro de la zona de amortiguamiento contigua a establecimientos educativos, cualquiera sea la modalidad de aplicación, deberá efectuarse fuera de horario escolar.
Prevé además que los municipios podrán acordar con el Ministerio para auditar las aplicaciones que considere oportunas, verificando el correcto cumplimiento de las buenas prácticas agropecuarias.