El de las malezas resistentes a los diferentes principios activos es, sin lugar a dudas el principal desafío que plantea la agricultura moderna. Desde hace años que no aparecen nuevas moléculas que permitan un control químico de las platas que compiten con los cultivos. Todos los productores extrañan en este contexto aquellos años en los que el glifosato permitía un control sencillo y muy barato.
Algo parece estar moviéndose para reemplazar aquel vacío que dejó el glifo. Hace unos días, en Bichos de Campo contamos que la empresa multinacional Syngenta anunció que, después de más de una década de investigación, se propone lanzar un nuevo herbicida reconocido bajo una nueva subclase química, el metproxybicyclone, que podría ingresar al mercado local en 2026.
Ahora corresponde hablar de Bayer, la alemana, que compró Monsanto en 2018 y heredó todo el paquete de cosas -las buenas y las malas- que están vinculadas con el glifosato y la primera soja resistente.
En un comunicado de prensa fechado en su país de origen, Bayer acaba de informar que ha presentado solicitudes de registro para un nuevo herbicida en cuatro de los principales mercados potenciales, entre los que no figura la Argentina: la Unión Europea primero, seguido por Brasil, Estados Unidos y Canadá.
Habrá que memorizar el nombre: icafolin-metil. “Bayer está trabajando para el lanzamiento inicial en Brasil”, indicó el informe.
“Icafolin es el primer nuevo modo de acción en la agricultura para el control de malezas postemergentes en cultivos extensivos en más de 30 años. Con un potencial de ventas máximo estimado de alrededor de 750 millones de euros, Bayer prevé que Icafolin se lance a partir de 2028, con disponibilidad inicial en Brasil”, se anuncia con bombos y platillos.
El Icafolin, según este anuncio, pertenece a una nueva clase química que “ofrece propiedades únicas que permiten dosis más bajas y aplicaciones más específicas, y se espera que demuestre un perfil excepcional de seguridad y sostenibilidad”.
“Además Icafolin complementa herbicidas existentes, como el glifosato, lo que aporta una solución innovadora en la lucha contra la resistencia de las malezas, una prioridad absoluta para los agricultores. La resistencia de las malezas ha aumentado a nivel mundial en los últimos años y representa una amenaza para la seguridad alimentaria, ya que compiten con los cultivos por la luz solar y los nutrientes, reduciendo significativamente el rendimiento y la calidad de las cosechas”, agrega Bayer, diciendo por primera vez la palabra mágica, que es el glifosato y cómo reemplazarlo.
La segunda palabra mágica para los productores argentinos sigue después: soja.
“Icafolin se ha desarrollado para usos iniciales en cultivos de soja, cereales, legumbres y oleaginosas, así como en frutas de pepita y de hueso, frutos secos, uvas y cítricos. Como novedoso mecanismo de acción, presenta propiedades y beneficios únicos”, anuncia Bayer en tono marketinero.
Y añade: “Las malezas tratadas se ‘congelan’ en el campo, lo que significa que dejan de competir con los cultivos por agua, nutrientes y luz solar, pero las malezas muertas permanecen en el campo durante más tiempo porque mantienen en gran medida su estructura. Esto crea una capa de rastrojo que ayuda a prevenir la erosión y a retener la humedad en el suelo. Al proporcionar un control eficaz de las malezas, reduce la necesidad de labranza, lo que fomenta prácticas agrícolas regenerativas que pueden mejorar la salud del suelo”.
Más bombo y platillo: “Las propiedades intrínsecas de Icafolin lo hacen adecuado para aplicaciones de pulverización dirigidas y dosis más bajas, lo que permitió a Bayer presentar solicitudes de registro con riesgo reducido. Icafolin es el primer producto que utiliza CropKey, el innovador enfoque de I+D de Bayer para el desarrollo de nuevos productos fitosanitarios, que optimizó la fórmula considerando múltiples dimensiones, como criterios de eficacia, seguridad y sostenibilidad, y la comodidad del agricultor”, se dice.
Mediante este programa llamado CropKey, Bayer impulsa el diseño de nuevas moléculas en lugar de su detección, lo que acelerará el desarrollo de futuros productos dirigidos a proteínas específicas en malezas, plagas y enfermedades de los cultivos.
Este es un video institucional que explica qué es CropKey:
“Con CropKey no solo respondemos con mayor rapidez a los desafíos agrícolas actuales, sino que también somos proactivos y nos anticipamos a las necesidades futuras”, afirmó Rachel Rama, directora de Small Molecules en la división Crop Science de Bayer. También contó que “aprovechar la inteligencia artificial acelera enormemente nuestro proceso del concepto al mercado, para que los agricultores tengan acceso a los productos fitosanitarios más eficaces y respetuosos con el medio ambiente”.
Tras haber iniciado el trámite de registro, el primer lanzamiento de este nuevo herbicida está previsto para 2028 comenzando por Brasil.
Muchas gracias por mantenernos informados. Dicho herbicida es del grupo de los isoxazoles que normalmente actúan sobre síntesis de carotenoides pero este, aparentemente sobre tubulinas es decir sobre división celular.
Saludos
Marcelo