“Hace un mes hacías números y te querías esconde debajo de la mesa, porque no daba. El productor estaba en esa duda. Ahora los precios subieron, bajaron los costos y tenemos un escenario distinto”, dijo a Bichos de Campo Agustín Baqué, analista agrícola de la localidad bonaerense de Necochea, refiriéndose al golpe de suerte que cambió el panorama de la campaña 2024/25. Para el especialista en granos finos, el aumento de precios del cereal en el mercado internacional y la baja de los insumos, mejoran las condiciones de producción.
A poco de comenzar la siembra, hace solamente un par de semanas, la sugerencia de los mercados era no implantar, porque la pérdida económica era inminente con respecto a los precios de comercialización.
Al mismo tiempo, los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario advertían que el trigo que se estaba por sembrar, tendría el peor precio desde el 2018.
Sin embargo, se invirtieron los papeles. En parte, provocado por la catástrofe hídrica en la región brasilera de Rio Grande do Sul, que compromete alrededor del 50% de la producción de trigo en este país. A la vez que en Rusia y Estados Unidos, la sequía pone en riesgo la producción triguera de ambas naciones. En este contexto, Baqué le recomienda al productor -al menos- tratar de cubrir los costos de producción.
“Tenemos un escenario distinto, bajaron los insumos y ¿qué hay que hacer? Empezar a cubrir aunque sea los costos. Es decir, me cambió el escenario, estoy mejor parado, por lo menos cubro todos los costos y después si quiero, por si el mercado se complica en el hemisferio norte, que ojalá pase y tengamos mejores precios, no puedo dejar de agarrar esa rentabilidad que no tenía antes”, señaló.
Mirá la entrevista completa a Agustín Baqué:
Al respecto continuó explicando Baqué: “Se reacomodaron todos los números, porque realmente no daban, era negativo. Por ejemplo el tipo que arrendaba perdía plata, ahora sale entre empatado y ganar un poco dependiendo de la zona. Es otro escenario. Antes arrancaba sabiendo que iba a perder plata, entonces era más, un acto de fe, que que sembrar, porque el número te daba. Eso cambió, pero no hay que perderlo de vista, porque los mercados cambian muy rápido”.
En este sentido, el analista de mercado, sugiere que el productor piense un poco más a largo plazo y en función de eso realice el manejo: “Si hay liquidez, es recomendable comprar put de trigo en este escenario. También empezar a hacer venta forward para enero y así ir asegurando, antes que se aumente un 20 o 30% de lo que espera producir. Entonces de esta forma ir cubriendo todas las compras de fertilizantes e insumos para quedar más tranquilo. O sea, siembro sabiendo que si el mercado sube, de alguna manera dejé de ganar plata, al contrario de si el mercado baja, empiezo perdiendo plata automáticamente”, explicó Baqué.
-Pensando que el trigo y la cebada son claves en diciembre, como primera inyección de capital, el productor debe ponerle cabeza, porque se compromete lo que sería el monedero para pagar la cosecha gruesa, la de soja y maíz…
-Exactamente, es el puente financiero que tiene el productor porque tiene una cosecha de soja y maíz ahora y después hasta el año que viene no tiene ingreso de plata. Creo que el trigo y la cebada generan eso, ese puente financiero y la rotación también de cultivos. Este año con el problema de la chicharrita, la cebada y el trigo aparecen como otra alternativa para rotar un poco los los cultivos, sobre todo en el norte. muchas veces el productor pierde esto de vista de que tiene una estrategia comercial atrás para decir bueno, me dio una oportunidad el mercado, la aprovecho.
-¿Y en tu zona, el sur bonaerense, la que conocés al dedillo, los productores tienen ganas de sembrar?
–Sí, la verdad que si. Hace un mes estaba difícil y de todas maneras iban a sembrar. Hoy hay un buen perfil de humedad y creo que ahora el ánimo cambió y el productor está más consciente. Argentina tiene de los productores más competitivo del mundo con todas las desventajas que tiene por parte del Estado, sigue produciendo, sigue siendo competitivo. Entonces me parece que ahora también le está agregando cada vez más la parte de mercados, porque está más informado y empieza a tomar decisiones más profesionales.
Baqué, mas allá de su dominio sobre el movimiento de los mercados, también es un conocedor del desarrollo del trigo y la cebada, según la zona de cultivo. “Al sudeste, sudoeste y centro de la provincia de Buenos Aires, la cebada viene mostrando mejores rindes que el trigo, entre 500 y mil kilos (por hectárea). La soja de segunda cumple un papel fundamental y ahí la cebada le gana diez o quince días al trigo, con lo cual tenés mejores rindes de soja de segunda. Lo que se va viendo en la zona es que la cebada ya está bien instalada, y tenemos mucha estabilidad de calidad. Me parece que el productor va a poner una fichita más por la cebada.
-Y a la hora de vender, ¿cambian las formas? ¿Tenés más garantías con un cultivo que con otro?
– La cebada antes era más complicado y el productor no se animaba porque tenía que hacer un convenio, con el cual quedó atado. Ahora que apareció China como comprador, Argentina tiene el 70% de las importaciones de cebada. Es un mercado totalmente libre y vos producís la calidad que querés como el trigo. Me parece que ahí la cebada ganó mucho terreno porque es un mercado que tiene todo el tiempo liquidez.
-El trigo sigue siendo el cultivo principal en la zona más tradicional, al sudoeste, en Bahía Blanca. ¿Ahí no tiene discusión?
-El trigo ahí, para mí tiene una ventaja porque tenés menos potencial de rinde y se nota menos la diferencia entre trigo y cebada. El impacto de la soja, como cultivo de segunda es menor porque tenés menos potencial de rendimiento. Allá el trigo tiene muy buena calidad y es estable. Entonces, lo que pasa hoy es que Bahía contra Necochea vale 30 dólares más el trigo porque es de mejor calidad, lo compra Brasil. El trigo de Necochea termina yendo a Indonesia o países que compran forrajero. El productor apostó mucho a rinde y dejó de lado la calidad, no así en Bahía. Entonces hoy estamos pagando esos platos rotos. Estamos invirtiendo y sembrando variedades de un trigo muy rendidor, pero con poca calidad.
No obstante, el analista es un optimista cuando de inversión extranjera se habla, independientemente de las retenciones y las limitantes macroeconómicas que enfrenta la Argentina.
“Yo soy muy optimista para Argentina. Si sacamos retenciones, unificamos el tipo de cambio y pasamos a ser un país normal, por qué no pensar en ser el próximo Brasil en cuanto a crecimiento. O sea, Argentina se estancó en todas las producciones, pero porque le pusimos restricciones al productor. El productor sería súper competitivo, en un escenario más claro y con reglas de juego mucho más estables. Me parece que Argentina tiene un potencial enorme”, concluyó.
En mi opinión,
Esa especulación sobre “los productores tienen ganas de sembrar éste u otro cultivo”. No es tan real.
La realidad es que hay rotaciones que respetar, y las opciones no son infinitas. Y más aún con el problema sanitario del maíz en una zona grande que limita el cultivo tardío.