¿Los precios del maíz argentino temprano 2022/23 están muy baratos y representan, por lo tanto, una oportunidad de compra? Ese es el gran interrogante que muchos actores de la cadena agroindustrial se vienen haciendo en los últimos días.
La brecha entre las cotizaciones del contrato Maíz Rosario Abril 2023 del Matba Rofex, correspondiente al cereal de siembra temprana, se mantiene en el último mes en torno al 13% respecto del Maíz Rosario Julio 2023 (maíz tardío).
La cuestión es que estamos en plena fase de siembra de maíz temprano y en muchas regiones agrícolas argentinas clave sigue sin haber reservas de humedad suficientes para garantizar una adecuada implantación del cultivo. Y los pronósticos climáticos de corto plazo no lucen favorables.
No puede descartarse que en las zonas afectadas por restricciones hídricas buena parte del área programada para maíz temprano sea finalmente reemplazada por soja o bien por maíz de siembra tardía.
En el frente comercial argentino la situación es por demás compleja, porque los exportadores ya declararon embarques de maíz 2022/23 por 8,99 millones de toneladas, mientras que llevan compradas a productores apenas 4,87 millones de toneladas, la mayor parte de las cuales tienen precio abierto “a fijar”.
Para facilitar la operatoria, el gobierno “corrió” el inicio de la campaña comercial de maíz 2022/23 al mes de marzo próximo (usualmente se iniciaba en abril), de manera tal de que los exportadores puedan aprovechar el elevado volumen de compras de maíz 2021/22 con el que cuentan (40,1 millones de toneladas) y así poder cumplir los compromisos comerciales asumidos de la nueva campaña.
Maíz sembrado hace 16 días pic.twitter.com/pkQWEGpcnP
— Eduardo Farías (@edufarias68) October 10, 2022
Más allá de ese ajuste administrativo, la operatoria comercial del maíz requiere que los productores sigan realizando ventas tanto de maíz disponible (frenadas por el aluvión de liquidez promovido por el “dólar soja”) como de maíz temprano 2022/23 (sujetas a que los precios resulten atractivos).
En el ámbito internacional un dato importante –que pasó desapercibido– es que el organismo oficial brasileño Conab proyectó una reducción del área de maíz temprano en esa nación del 1,5% en términos interanuales, aunque previó que la producción de ese cultivo sería de 28,6 millones de toneladas (+14,6% que en 2021/22) debido a mejoras condiciones climáticas.
Lo cierto es que lo único seguro hasta el momento es la reducción de área, mientras que la mejora en los rendimientos –con una fase “Niña” en proceso– aún está por verse en Brasil.
El otro gran vector alcista que se asoma en el mercado internacional es la eventual retirada de la oferta ucraniana de maíz ante el recrudecimiento del conflicto bélico que esa nación mantiene con Rusia.
El factor que falta introducir en la ecuación de los valores del maíz temprano 2022/23 es el correspondiente al política agropecuaria y económica argentina, la cual –en función de las experiencias recientes– puede resultar tan impredecible como dañino para el sistema de formación del precios del cereal.