Si pedimos un balance de lo que fue el año 2018 para el sector ganadero, Matías Sara tiene una respuesta: Los que se llevaron la peor parte fueron la ganadería de cría y los feed lot, mientras que eslabones como la industria exportadora de carne salieron mejor parados.
“El clima es el que marcó la diferencia entre ganadores y perdedores; ya desde finales de 2017 el sector quedó cruzado con la sequía, en especial la ganadería de cría, que es la más expuesta a los avatares climáticos, y eso se reflejó en precios del ternero, el cual estuvo 15% arriba pero con una inflación del orden del 40%. Lo mismo ocurrió con los establecimientos de engorde a corral, cuyos costos se duplicaron de un año para el otro, y tuvieron problemas para hacerse de alimento”, comentó Sara, quien en las redes sociales es conocido como Contalito.
Del otro lado del mostrador, según Sara, la industria exportadora de carne es la que más se ha beneficiado el año pasado. “Este año esa industria aumentó su volumen (de ventas) entre 60% y 70%. Trasladó parte de esa mejora hacia el productor, y el novillo y la vaca de exportación fueron los que mejor se defendieron”, explicó el consultor a Bichos de Campo.
Aquí la entrevista completa a Matías Sara:
En referencia al productor que engorda bovinos para el mercado interno, Sara consideró que “ese eslabón salió empatado, porque el novillo no acompañó a la inflación sino que ganó algunos meses y otros perdió. Tampoco se le puede pedir mucho milagro al mercado interno. El precio de la carne aumentó más o menos lo mismo que el novillito, el ternero y la vaquillona, en un contexto en el cual el consumo interno de la carne vacuna fue aproximadamente de 58 kilos por habitante, muy similar al del año pasado”.
Mirando al 2019, Sara pronosticó que “el gran cambio lo dan las lluvias que estamos viendo ahora. Nos muestra que los productores y criadores ya no tendrán que sacar hacienda de sus campos para equilibrar la carga. De modo que se espera una mejora de los precios reales, motivados por una menor faena, porque ya están equilibrados los campos, y porque ya no tendremos un año de sequía, por lo cual, la mejora vendría por el lado de la oferta, que empieza a balancearse nuevamente, y no por el lado de la demanda”.
A su vez, el mercado internacional sigue demandado. “No es una locura, pero se espera que siga creciendo el volumen exportado, y que siga absorbiendo la carne que estamos generando, hasta un 20% más”, concluyó.