La semana pasada el gobierno de Javier Milei bajó a cero las retenciones, pero cuando se hizo del dinero necesario aportado por las grandes exportadoras de granos, las volvió a subir.
“Lo que pasó fue muy burdo”, dijo en su momento el analista Carlos Etchepare. Los exportadores trasladaron solo de forma parcial el beneficio de poder exportar sin retenciones y se hicieron de permisos de embarque que tiene vigencia por un año. Por eso se especula que podrán comprar gran parte de la mercadería descontando retenciones en los próximos meses.
Lo que hicieron expone una vez más la debilidad de la macroeconomía argentina y la dependencia de los sucesivos gobiernos a las exportaciones agrícolas. También pone en evidencia que poco y nada importan los productores.
En este contexto, el vicepresidente de CRA, Javier Rotondo, le dijo a Bichos de Campo que la medida tiene que ver con “la necesidad imperiosa de generar divisas, pero no tiene nada que ver con un plan productivo de desarrollo que implica la baja de la presión fiscal”.
“La verdad es que lo que asistimos es a una necesidad cubierta mucho más rápido de lo que suponía el más optimista de los analistas, lo que deja entrever que ya había un diálogo previo con los exportadores”, evaluó.
El productor cordobés agregó que ahora “hay que ver cómo evoluciona el mercado en los próximos días, pero está claro que el gobierno el negocio lo hace con los exportadores de granos. El gobierno aprendió muy bien del kirchnerismo. Es más fácil negociar con 5 o 6 empresas que con 200 mil productores en rebelión como pasó en 2008”.
Rotondo se mostró muy disconforme no sólo con esta situación sino con el trato del gobierno hacia el sector. En tal sentido indicó: “La paciencia del productor se va agotando y vemos que los resultados no llegan”.
Durante la campaña electoral el presidente Javier Milei dijo que las retenciones eran un robo, del que su gobierno ahora participa sin disimulo.
Al respecto Rotondo indicó: “En gran parte de la Argentina se votó por un cambio de volantazo en la concepción del Estado en la Argentina, pero se vota el presidente del país ideal y lamentablemente siempre termina siendo el presidente del país real”.
“El sector tiene también miedo al pasado, pero por otra parte no creo que estemos en un proceso de racionalización en el que se puedan discutir temas con retenciones, ojalá el tiempo diga que estoy equivocado”, indicó.