Los primeros remates realizados en la Expo Rural de Palermo arrojaron números que entusiasmaron por demás a muchos empresarios ganaderos.
Sin embargo, tal como recordó José Lizzi, líder de la Comisión de Ganadería de CREA, en un evento organizado esta semana por esa entidad en el ámbito de la Expo Rural, “desde 2011 a la fecha, con algunos altibajos, en la cadena de valor cárnica estamos en un juego de suma cero”.
Es decir: con un negocio estancado, el mayor margen que recibe un sector se produce a expensas de otro y viceversa, dado que –a diferencia de lo que sucedió en los países vecinos– la cadena de valor cárnica argentina no crece hace más de un década.
La contrapartida de los buenos precios negociados en los remates no tardó en aparecer: esta semana algunos grandes frigoríficos exportadores interrumpieron compras y comenzaron a reprogramar faenas al no poder convalidar los valores presentes en el mercado.
“Para esta época del año, con los remates que se llevan a cabo en el marco de la Expo Rural de Palermo, los valores de la hacienda suelen registrar un aumento, aunque posteriormente se retrotraen para alcanzar precios más normales”, señaló Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC.
“El negocio se pone muy difícil si se considera que el valor del novillo pesado en el mercado argentino se encuentra en un rango de 3,90 a 4,0 u$s/kg, mientras que Brasil, con una actitud muy agresiva en los mercados externos, tiene un novillo del orden de 2,5 u$s/kg”, añadió en conversación con Bichos de Campo.
Además de abonar un derecho de exportación del 9,0% y sufrir –como el resto de los sectores exportadores– el atraso cambiario, los frigoríficos que integran el Consorcio ABC enfrentan muchas veces competencia desleal al momento de colocar en el mercado interno aquellos cortes que no tienen demanda externa.
“Los precios en el mercado chino, nuestro principal cliente externo, se encuentra deprimidos hace un buen tiempo y nada indica que esa situación se pueda revertir en los próximos meses”, remarca Ravettino.
El presidente del Consorcio ABC asevera, como la ha hecho en reiteradas oportunidades, que la posibilidad de exportar sin restricciones es un gran avance en función de la situación presente hasta el año pasado, pero no puede dejar de mencionar que la industria está atravesando un grave problema de competitividad.
Por lo pronto, un aliciente a esa situación sería la habilitación del mercado de menudencias bovinas por parte de China, algo que, si bien parece estar bien encaminado, el gobierno de Xi Jinping gestiona con celo y una lentitud exasperante ante las torpezas diplomáticas cometidas por el gobierno de Javier Milei.
“Esperamos que se normalice la situación de oferta y demanda de hacienda”, afirma Ravettino. Y eso, en el juego de “suma cero”, implica acabar con la “fiesta” de precios que se está registrando en Palermo.
Al analizar la evolución del valor bruto de la producción del sector cárnico argentino –medido en base al tipo de cambio oficial– es factible advertir que, luego de la crisis de 2001/02, se registró un proceso de recuperación que derivó en un crecimiento sustancial que se interrumpe a partir del año 2012.
El impulso registrado entre los años 2021 y 2023 obedece a una recuperación de los precios internacionales de la carne bovina, mientras que en el ámbito interno fue producto principalmente del retraso que el tipo de cambio oficial experimentó en ese período bajo la intervención estatal.
“El crecimiento del negocio no puede estar sustentado en la disputa entre lo que se lleva la producción o la industria: tiene que haber más para todos, y para que eso suceda es necesario fomentar el crecimiento sobre bases sólidas”, argumentó José Lizzi.
El referente CREA indicó que dicho crecimiento debe estar fundamentado en un aumento considerable de la exportación para aprovechar las ventajas comparativas de la carne vacuna y permitir el desarrollo interno de otras proteínas animales.
“En cuanto a su potencial exportador, el sector de la carne vacuna argentina es cien veces más competitivo que el de la carne porcina y diez veces más que el de la carne aviar”, explicó.
“Australia en 1975 y Uruguay en 2000 se propusieron duplicar sus exportaciones de carne vacuna y desde entonces trabajan para lograr ese objetivo. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo que nuestros competidores?”, preguntó.
El especialista de CREA comentó que tanto en el ámbito productivo como industrial existe conocimiento, tecnología y equipamiento para dar respuesta a un crecimiento de la producción cárnica destinada a atender demandas internas. Lo que falta son incentivos.
El problema es que exportan a valor dolar oficial, 960 menos retenciones y en el mercado interno venden a valor dolar blue, 2000 pesos que llego en su momento, luego bajo pero no la carne, es mas, ahora que volvio a subir el blue, aumentaron de nuevo.
Si venden en el mercado interno al precio del dolar oficial, el que exportan funcionaria todo a ful, pero aqui son todos garcas, no se ponen a trabajar por mirar a quien pueden ca g ar.
El problema de argentina es que exporta e importa a dolar oficial y en el mercado interno se vende todo a dolar negro, ese es el principal factor que genera inflacion pero nadie lo quiere decir porque estan todos prendidos en ese negocio