Francisco Meló lidera una empresa, Convino, dedicada en San Juan a la producción de pasas de uva. Se trata de una actividad regional que agrega valor a una uva especial que no tiene semillas y que no se la utiliza para la producción de vinos.
Ese sector productivo, como toda la economía, también se vio alcanzado por el regreso de las retenciones a la exportación, que son de 4 pesos por dólar exportado para los productos primarios y de 3 pesos para los que tengan algo más de valor agregado. En principio, además, se estableció que ese tributo debiera ser pagado a los 15 días de concretado cada envío al exterior, aunque luego ese plazo de pago fue ampliado a 60 días.
En diálogo con Bichos de Campo a Melo se lo escuchó enojado con ambas situaciones. En primer lugar, consideró que un producto como las pasas de uva no deberían pagar 4 pesos, como se determinó, sino la alícuota más baja de 3 pesos, que en los hechos equivale a una retención efectiva del 7% u 8%.
“No saben nada”, consideró en referencia a los funcionarios que tomaron la decisión de ubicar a la pasa de uva en la lista de productos que supuestamente no tienen valor agregado.
Escuchá la entrevista completa con Francisco Meló:
Para dar cuenta del agregado de valor que tiene el producto el empresario explicó al A,B,C del proceso productivo: “Son plantaciones especiales para una uva que no contiene pepita, la parra demora 5 años en producir y la cosecha se hace en forma manual. Se coloca en bandejas para que no se averíe y se carga de la zona producción al secadero; se descarga en forma manual porque son secaderos de piedra artificiales en rejillas y allí ese secan al sol durante 20 días. En ese período hay mucho personal abocado. Luego se levanta manualmente, racimo por racimo, se envasas en cajas con politileno y se despacha en contenedores que vienen vacíos desde Buenos Aires”.
Meló agregó que todas las economías regionales están muy complicadas porque además “los insumos, que son muchos, están alcanzados por el dólar”.
Consideró que en definitiva esta actividad productiva ahora carga con una retención del 10%, que duplica a la que tuvieron las economías regionales durante la era kirchnerista, que era 5%, aunque entonces no había reintegros fiscales a las exportaciones.
El empresario sanjuanino se refirió además al plazo de pago de las retenciones que en un principio fue fijado en 15 días con posterioridad a la aprobación de la declaración jurada o a los 15 días del embarque. Aunque ese plazo fue ampliado a 60 días, Meló aclaró: “No nos beneficia porque el plazo de pago de las ventas es a 120 días. El producto va al puerto, llega al destino en 30 días y los compradores se toman 60/90 días para su pago. Además estamos en medio de una distorsión total, porque no podemos recurrir a la financiación bancaria por las altas tasas de interés”, añadió.