Tras anunciar la extensión del paro de comercialización de ganado hasta la medianoche del próximo miércoles 2 de junio, la Mesa de Enlace volvió a criticar la decisión del gobierno de cerrar las exportaciones de carne como mecanismo para forzar una baja de los precios internos del alimento. Los ruralistas, por el contrario, consideraron que tendrá un impacto inverso y que los precios de la carne finalmente subirán.
“Una vez más insistimos en que el camino elegido por el Gobierno no va a lograr que los precios internos de la carne bajen sino que va a tener el efecto contrario al buscado”, dijeron los dirigentes del campo en un comunicado firmado por CRA, la Sociedad Rural, Coninagro y Federación Agraria.
La Mesa recordó que “cuando en el pasado se tomó un sendero similar, los precios de la carne en el mercado interno, lejos de bajar, se incrementaron más de un 50% sobre el promedio del resto de los precios de la economía”. La referencia, claro, está dirigida al primer cierre de las exportaciones de carne, decidido en 2006 por Néstor Kirchner y que alteró negativamente todas las variables del negocio ganadero..
“Lo hemos dicho innumerables veces, de todas las maneras posibles: el productor no es el formador de los precios ni el causante de la inflación, sino el eslabón más débil de una cadena compleja, dinámica y muchas veces con intereses en pugna que debieran ser concertados”, indicaron los ruralistas, que a la vez repudiaron “que algunos integrantes de ésta cadena de carne vacuna, ofrezcan aumentar los derechos de exportación como parte de la solución sabiendo que eso afectara directamente el precio recibido por nosotros”. En este caso, la referencia apunta a declaraciones de los matarifes, en relación a una posible suba de los derechos de exportación.
La Comisión de Enlace, como insiste ser llamada a pesar de que todo el mundo los denomina como Mesa, cree que “al incremento generalizado de precios que vivimos hoy hay que atacarlo por sus verdaderos orígenes que tienen que ver con una economía descontrolada, con un gasto público desmedido y con una emisión de pesos que exacerba esa dinámica de los precios antes que calmarla”.
También le echan la culpa de la espiral de precios a la propia política oficial, “sobre todo por las malas señales emitidas que afectan la confianza y la credibilidad del país, y postergando las inversiones que nos hacen falta”.
“Debe entenderse que las exportaciones cerradas hoy son de un producto que no es del gusto de los argentinos, y que intentar bajar los precios saturando las carnicerías de vacas viejas, lo que producirá será un daño enorme a los productores criadores que en general son los más sufridos por estar lejos y en campos de menor calidad”, enfatizaron los dirigentes del agro, que hablaron de un “contexto de incomprensión” por parte de las autoridades.
El cese de comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna en pie durará ahora hasta las 24 horas del miércoles 2 de junio. Luego de eso se flexibilizaría la medida de protesta: “Se abrirá una ventana en función de los ciclos naturales, las necesidades por los compromisos asumidos por los productores, los necesarios movimientos que implican la actividad de cría y por sobre todo porque no queremos producir perjuicio alguno sobre el ya castigado ciudadano argentino”, explicaron los dirigentes.
“Continuaremos en sesión permanente para seguir evaluando el estado de situación y continuar expresando el reclamo y el enojo de productores no solo de carne vacuna, sino de otros numerosos productos de las economías regionales y de producciones extensivas e intensivas, a los cuales también afectan profundamente las señales emitidas con tan errónea medida”, finalizaron los ruralistas con su comunicado.