Los envíos de bovinos a faena en mayo siguieron siendo altos, como también lo es la participación de las hembras, que alcanzaron el 49% del total de cabezas.
Detrás de ese escenario, la cría vacuna está en un proceso de liquidación, pero menos intenso que en 2008/09, y con dos datos que alientan la perspectiva de un cambio en positivo.
Ya se modificó la situación climática, y si bien hay lugares que todavía recibieron pocas lluvias y efectos que se verán en el mediano y largo plazo, el sector espera un cambio de tendencia hacia la primavera. Los que saben evalúan que a partir de allí se irá a un proceso de retención que revertirá la venta forzada de hacienda de este año. Es decir, la oferta de hacienda y de carne comenzará a ceder.
En su reciente Informe Ganadero, el analista Ignacio Iriarte destacó que hay varias diferencias entre el proceso actual y la histórica la liquidación de vientres del ciclo 2008/09, más allá de que esta seca haya sido tan grave o peor que aquella para muchos productores.
“Diferencias entre la liquidación del 2007-2010 y la actual en curso: la del período 2007-2010 duró más de tres años, con una elevada mortandad de ganado adulto, y con la salida definitiva de muchos productores -principalmente invernadores- de la ganadería, pasándose masivamente a la agricultura”, señaló el consultor.
La actual sequía fue intensa pero más breve, y además hay a la vista un recambio político que entonces no se esperaba. En aquella liquidación histórica, uno miraba hacia el gobierno y se encontraba con un Guillermo Moreno más poderoso que nunca.
“La liquidación actual es intensa, pero promete revertirse a partir de agosto-septiembre; hasta ahora se registra una baja mortandad y los efectos negativos sobre el stock se moderan”, evaluó Iriarte.
En tal sentido, consideró que la elevada faena esperada para este año y una mortandad de hacienda superior a lo normal, aunque no exagerada, llevaría el stock, a diciembre del 2023, a reflejar una caída del orden de los 2 millones de animales.
Esto significa una baja de 3,7% con respecto al stock vacuno informado oficialmente, que sumaba 54 millones de cabezas a fines de 2022.
Con relación a la faena, y “aún suponiendo una importante contracción de la faena en el último cuatrimestre del año, el 2023 cerraría con una matanza del orden de los 14,4 millones de cabezas, unos 940 mil animales más que en el 2022, lo que significa un aumento de 7% y un crecimiento algo menor del abastecimiento al mercado interno por la caída en el peso medio de la res faenada”, pronostica el Informe Ganadero.
Cómo no va haber liquidación, si entre la sequía y el feroź atraso de las cotizaciones, con una clara transferencia al sector industrial en sociedad con el estado, seguramente un ganadero no va poder ni cambiar las ruedas del viejo tractorcito. Encima, se inventan cotizaciones ridículas que no sirven para nadie. Va a estar bueno porque los frigoríficos, después de acostar mucha gente, van a anexar verdulería y pescadería para tener algo que vender . Besitos.