El gabinete económico, tras su reunión del jueves, anunció la creación de un registro para monitorear las exportaciones de carne vacuna que erizó los pelos de todos los productores, pues recordó de inmediato a los temibles ROE. Horas después, Paula Español y otros funcionarios intentaron llevar calma al sector, y aclararon que los embarques no serían interrumpidos, pues la información solo serviría para monitorear el consumo y evitar maniobras cambiarias de los frigoríficos exportadores.
Entre estos idas y vueltas, la Mesa de Enlace decidió patear la pelota para la cancha del gobierno y reclamó a los ministros que integran el gabinete económico una audiencia para aclarar los tantos. Si el gobierno devuelve la pelota, es que todavía quedan ánimos de conciliar y hay ganas de jugar el partido respetando las reglas. Pero si las autoridades se hacen los “opas” y patean el balón hacia afuera, otro será el cantar.
Los presidentes de CRA, Sociedad Rural, Coninagro y Federación Agraria, que ayer mismo habían deplorado cualquier intento de intervención sobre las exportaciones, en un nuevo comunciado solicitaron un pedido de audiencia en particular con el ministro de Agricultura, Luis Basterra; el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el de Economía, Martín Guzmán. La idea es “tratar los anuncios referidos a restricciones, nuevos registros y permisos que serían impuestos a la exportación de carne vacuna”.
“Dado que la medida al momento de enviar esta nota no ha sido aún publicada en el Boletín Oficial, les pedimos de manera urgente una audiencia para poder dialogar acerca de las necesidades, motivaciones y alternativas sobre el tema, de manera previa a que se tome la decisión final”, señalaron los ruralistas en la nota enviada a los funcionarios.
En esta escalada, queda claro, la Mesa de Enlace eligió por ahora dejar fuera del pedido de audiencia al presidente Alberto Fernández, quien ya sufrió el desgaste de su figura en febrero pasado, cuando debió convocar de urgencia a los dirigentes del agro para aclarar el tenor de una serie de declaraciones que había hecho al diario Página/12 y que estaban vinculados al mismo tema que ahora: el aumento de precios de los alimentos. En aquella ocasión Alberto prometió a la Mesa de Enlace que no subirían las retenciones ni se aplicarían cupos a las exportaciones de productos agropecuarios.
“En los distintos encuentros que mantuvo la Comisión de Enlace con el Presidente de la República se les dijo que habría un diálogo proactivo y que no se volverían a utilizar los cierres, cupos y restricciones a las exportaciones”, recordaron los ruralistas. Por eso los dirigentes creen que no hace falta exponer de nuevo al presidente y por eso apuntaron a los ministros del e quipo económico. “Motiva -y urge- esta reunión el convencimiento de que de imponerse límites o cuotas a la exportación de carnes, los impactos serán desastrosos para toda la Nación”.
“Las estadísticas demuestran que entre 2006 y 2015, cuando estuvieron vigentes los llamados Registros de Operaciones de Exportación (ROE) -que fueron en rigor de verdad Permisos, cuotas y no solo un mero registro- el objetivo buscado fue bajar los precios internos de la carne. Pero ello, no ocurrió: entre enero de 2006 y diciembre de 2011 el precio de la carne subió 300%, mientras que la inflación del país en el mismo periodo (según INDEC e Inflación Verdadera), fue del 200%”, recordó la Mesa de Enlace.
Y se agregó: “A causa de estas restricciones se perdieron 10 millones de cabeza de ganado, con una caída de la producción del 18%. Se cerraron en esos años más de 100 plantas frigoríficas y se perdieron miles de empleos. Y más aún, no solo no se cumplió el objetivo de precio, sino que tampoco se logró mantener el consumo, que cayó un 10%”.