Florencia Ricchiuti, la directora ejecutiva de la Fundación Barbechando, informó que en la maratónica sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados la bendita Ley de Semillas no fue tratada y así quedó muy cerca de perder estado parlamentario.
“Hasta el 30 de noviembre hay plazo para que sea considerado dentro del periodo de sesiones ordinarias, pero el 10 de diciembre, con el recambio legislativo, pierde estado parlamentario. La convocatoria a prórroga de sesiones ordinarias hasta el 9 de diciembre, podría ser la última opción de la Ley de Semillas”, explicó.
Parece muy difícil que el chancho chifle, justo un día antes del cambio de gobierno.
En su habitual reporte tras esa maratónica reunión en Diputados, en la que se aprobaron un centenar de leyes, la Fundación formada por productores agropecuarios informó que la sesión especial se debió a la necesidad de avanzar en la ley de alquileres y la ley de góndolas. De las semillas ni noticia.
“Lamentablemente el proyecto de ley de semillas, con dictamen y orden del día que lo habilitaba para ser considerado en sesión, no fue incluido, y la iniciativa tiene echada su suerte. El dictamen “cae”, es decir, pierde estado parlamentario el 10 de diciembre, cuando asume el nuevo cuerpo de diputados y senadores. Sin embargo, podría contar con tres semanas más de ventaja para que se trate, en caso de que el Congreso solicite la prórroga de sesiones ordinarias del 1 al 9 de diciembre”, explicó Ricchiuti.
Si acaso sucediera ese milagro, se explayó la especialista, debería ser el oficialismo de Cambiemos el que impulse el tema y alcanzar el consenso en la reunión de Labor parlamentaria, donde los Jefes de Bloque definen la agenda de la sesión.
Luego del 10 de diciembre, más allá de la prórroga de sesiones ordinarias o extraordinarias, el proyecto pierde estado parlamentario, y difícilmente se avecine la intención del peronismo de incluir el tema en la agenda parlamentaria de los primeros días de su gestión.
La historia de fracasos que acumula la Ley de Semillas es abrumadora. Barbechando recuerda que “en el 2012, el gobierno nacional anunció por primera vez su intención de modificar la Ley de 1973. Para eso, la Secretaría de Agricultura mantuvo reuniones con diferentes actores del mercado de semillas. Surgió un anteproyecto, pero nunca aterrizó en el Congreso”.
Luego, en 2016, de la mano del Poder Ejecutivo, arribó el primer proyecto de semillas al Congreso. En ese entonces, el diputado Gilberto Alegre (Frente Renovador-Buenos Aires), presidente de la Comisión de Agricultura, organizó reuniones informativas, donde distintos actores expusieron su posición. De nuevo: “Sin embrago, nunca se llegó a dictaminar y el proyecto perdió estado parlamentario”.
Finalmente llegamos a 2018, cuando el diputado Atilio Benedetti (UCR-Entre Ríos) organizó cuatro jornadas con más de cien expositores. “Al cabo de unos meses y luego de la ronda de debate, surgió un anteproyecto de ley, que finalmente se dictaminó con el apoyo de Cambiemos, hacia fines de 2018”, relató Florencia.
“Varias fueron las chances de que se trate en sesión y obtenga la media sanción, pero la campaña electoral y la falta de votos de los posibles aliados, complicaron la situación. Finalmente esta será la última oportunidad de que efectivamente se trate; sino, habrá que comenzar nuevamente el debate”, finalizó.
Las que si avanzaron fueron algunas leyes que tocan más cerca o más lejos a los productores agropecuarios y la industria alimenticia. Son las siguientes:
- Después de varios intentos frustrados, finalmente se votó por abrumadora mayoría la ley de góndolas (Expte 1494-D-19) , que apunta a evitar los abusos de posición dominante en las grandes cadenas de supermercados, y propone que una misma marca no podrá acaparar más del 30% de la góndola, donde deberán convivir “no menos de cinco proveedores o grupos empresarios”. El súper también “deberá garantizarse un 25% del espacio disponible para la exhibición” de productos elaborados “por Micros y Pequeñas empresas nacionales inscriptas en el registro de Mi Pymes y un 5 por ciento adicional para productos originados por la agricultura familiar, campesina o indígena y los sectores de la economía popular. Los límites también alcanzan a productos importados.
- Hacia el final de la sesión, los diputados también aprobaron un proyecto que establece el principio «in dubio pro-natura» e «in dubio pro-aqua», en la Ley General del Ambiente. El proyecto (Expte 4369-D-19), impulsado por la diputada Brenda Austin (UCR-Córdoba) propone que, en caso de duda, las controversias ambientales y de agua deberán ser resueltas de manera tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente y de los recursos de agua.
- Los diputados le dieron media sanción al proyecto (1719-S-19) venido en revisión del Senado y que establece los presupuestos mínimos ambientales para la adaptación y mitigación al cambio climático global, que fue aprobado por 163 votos afirmativos y 8 abstenciones. La iniciativa crea un Gabinete Nacional de Cambio Climático (hoy vigente a través de un Decreto), organismo que debe elaborar un Plan Nacional para la Adaptación y Mitigación al Cambio Climático.
- También se pidió tratar “sobre tablas” el proyecto dictaminado por las comisiones de Legislación General y Legislación Penal que modifica la Ley de Maltrato Animal (Ley 14.346). Sin embargo, la sesión se quedó sin quórum, lo que inhabilitó el tratamiento.
Por otro lado, en el último día habilitado para emitir dictamen, los diputados de la Comisión de Recursos Naturales, avanzaron con la aprobación de un proyecto que (Expte 2887-D-19) que promueve la Educación para el Desarrollo Sostenible, en todos los niveles, en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de todo el país. El proyecto de la cordobesa Brenda Austin (UCR) entiende por desarrollo sostenible “aquel que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”.
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