Gabriel Pellizzon era un productor comprometido que participaba de todos los congresos de Aapresid e impulsaba reglas para la convivencia entre los agricultores y sus vecinos del pueblo hasta que se le ocurrió meterse de lleno en política: ahora no solo sigue siendo un productor comprometido sino que fue elegido por abrumadora mayoría además como intendente de su localidad, Los Surgentes, en plena cuenca maicera de Marcos Juárez, en el sureste de Córdoba. Lideraba la fórmula de Juntos por el Cambio.
-¿Cómo es que se te ocurrió meterte en política? ¿Te gusta buscarte quilombos?
-No busqué quilombos. Yo creo que hacer política tiene que ver con esto de ser generoso y pensar por ahí en otra persona, en dar una mano. En usar la empatía, que está tan bastardeada esa palabra, como una herramienta para llegar a la gente. Siempre lo hice, estando en Aapresid, he comulgado con mucha gente desde lo tecnológico. Como Aapresid somos muy generosos con todo el conocimiento. Nos gusta compartir todo lo que sabemos. Esto lo decía Víctor Trucco, todo lo que sabemos lo compartimos, y cuanto más damos sabemos que más vuelve.
-Pero pasaste de un lugar donde compartir estaba bien a la política, donde todos se suelen pisar la cabeza.
-Claro, bueno, ahora ando a los codazos. De todos modos en un pueblo pequeño como es Los Surgentes, de 2.800 personas, en el sudeste de Córdoba, corazón productivo del país, la complejidad de la política la tenés en la tarea diaria, porque uno es intendente 24 por 7. Ahí todo el mundo sabe donde vivo y eso le pone un condimento distinto a la actividad. Entonces ahí te hablan, no solo porque hay un bache que no está tapado sino porque un perro mordió a una persona, porque hay un delito un poco más grave o porque una moto hizo ruido. También hay problemas sociales, existen como en toda la Argentina. Y además hay situaciones que resolver con la educación, situaciones que resolver en la faz productiva.
-Vos siempre fuiste un obsesivo en construir una relación entre la gente del pueblo y el productor.
-Yo llevé adelante de lo que eran las certificaciones de Municipio Verde. Y me fui empapando en la política. Fue una elección, fue consensuado. Como se tienen que dar las cosas. Es como en un partido de fútbol en el que entrás a jugar pero hay un equipo. El equipo que tengo hace que hoy yo esté tranquilo y cómodo.
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Pellizzón sostiene que su experiencia dentro de la política no debería ser mirada como un caso raro sino como consecuencia de un proceso natural. “El campo se transformó en un gran equipo durante los últimos 30 o 40 años y ese gran equipo lo formamos las instituciones y los productores”. indicó.
En materia agropecuaria, el productor reconoce que los productores de su zona quedaron atemorizados por el feroz ataque de la chicharrita del maiz en la campaña precedente y dudan mucho sobre qué hacer en la nueva siembra. En su caso, tenía una expectativa de rendimiento en su maíz tardío de 8000 kilos por hectárea, pero finalmente cosechó solo 3800 kilos.
-¿Esto llenó de temores a los productores?
-¿El temor del productor? En esto coincido con lo que decía recién nuestro gobernador Martín Llaryora: El temor más grave que tenemos los productores, que somos estos boinas verdes, como decía Pedro Vigneau también, que nos tiran en la noche a 60 kilómetros en el mar y llegamos a la costa. Bueno, en eso yo confío mucho, siempre tenemos una respuesta. Ahora, las reglas del juego en donde la política no se hace cargo, que no está a la altura, son los que nos complican la existencia. Me refiero a las malditas retenciones, a la imposibilidad de poder llegar a un mercado con reglas claras de juego, que no nos las cambien a mitad de tiempo. Eso hace que también yo me sienta motivado por tener esta experiencia en la política y por aspirar a edificar algo nuevo.
-¿Y dejó algún aprendizaje esta crisis agronómica provocada por la chicharrita?
–Sí, porque el maíz es parte de nuestra esencia, es fundamental para la rotación de cultivos. En muchas zonas del país, como en Córdoba, el maíz es 50% de la rotación, es fuente de vida, fuente de trabajo, fuente de ingreso, y fuente de valor agregado.
-Pero hay mucha gente asustada que va a sembrar menos maíz.
-Por el susto y además por el costo. Porque el costo que tiene la siembra de maíz es altísimo. Si sumas fertilizante más semilla y en un campo arrendado está arriba de los 1.000 dólares por hectárea. ¿Y si te va mal?
-¿Ahí es dónde falla el Estado?
–Claro, porque la retención te le sacan si o si, en las buenas y en las malas. Por eso yo digo que soy un agro intendente. ¿Viste como hay agro diputados? Bueno, soy un agro intendente y la verdad que estamos cansados en el agro de que nos metan la mano en el bolsillo. Esto es así. O sea, estamos cansados, y lo dicen gobernadores y lo dicen diputados y lo dicen senadores.